A través del micrositio “Bienestar Emocional en Tiempos de COVID-19” se ofrecen recomendaciones y estrategias para el manejo psicológico de los adolescentes
Los adolescentes constituyen uno de los grupos poblacionales más afectados emocionalmente por el aislamiento social; en este tiempo de encierro algunos podrían presentar síntomas de ansiedad. Por ello, la UNAM estableció una plataforma virtual en donde pueden hablar de las emociones que les produce la pandemia, señaló Martha Páramo, asesora de la Dirección General de Incorporación y Revalidación de Estudios (DGIRE).
A través del micrositio “Bienestar Emocional en Tiempos de COVID-19” http://www.dgire.unam.mx/contenido_wp/documentos/bienestar-emocional/, dirigido a estudiantes y profesores, y con la colaboración de psicólogos y psicopedagogos, se ofrecen recomendaciones, estrategias y acciones diferenciadas con el fin de contribuir a los procesos de contención, inclusión y manejo emocional de la comunidad universitaria ante la pandemia.
En esta plataforma, precisó Martha Páramo, “contamos con una red de contención social en la que participan 150 escuelas del sistema incorporado; trabajamos con modelos de acompañamiento y formamos grupos. Es una estrategia y herramienta que está dando buenos resultados, y la ponemos al servicio de todos los interesados en preparase en el tema”.
Cuenta con conferencias y talleres en línea para brindar acompañamiento y manejo emocional; está enlazada con terapeutas profesionales que, a su vez, dan seguimiento y contención a quienes lo requieran, detalló.
“Los adolescentes pueden encontrar empatía y solidaridad, y saber que muchos más estamos en la misma condición, que pueden encontrar a quien los entienda. Cuando se empieza a generar esta sinergia, se contribuye a ir juntos de la mano en esta crisis”.
Tras aclarar que la ansiedad puede aparecer en todos los grupos etarios, la socióloga y psicoterapeuta resaltó que aunque los adolescentes intenten llevar una vida normal, continuar con sus actividades escolares y seguir con sus redes sociales, la cuarentena ha implicado modificar sus rutinas y convivir todo el día con la familia en un mismo espacio.
“Se encuentran en una etapa de la vida que implica muchos cambios de comportamiento”, reiteró.
Martha Páramo se refirió a la necesidad de desarrollar herramientas y estrategias para afrontar esas emociones; “debemos aprender a cuidar no sólo nuestra salud física, sino la emocional”.
Asimismo, remarcó que éstos son momentos para tener aprendizajes, pues pretender seguir con la vida como antes del confinamiento podría ser frustrante y generar ansiedad. El mayor reto es saber cómo construir nuevos mecanismos adaptativos para sortear la adversidad.
“Los grandes conocimientos ocurren también con las crisis. Lo importante es vivir el aquí y el ahora, tomar esta experiencia como parte de nuestra vida, percibir cómo estoy combatiendo las condiciones de encierro y las emociones que me genera, porque en escenarios de incertidumbre, difícilmente podemos vislumbrar cómo será la situación cuando termine el aislamiento”, finalizó.
IPR
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