El voto más benéfico en este momento es el que pueda anular la mayoría de Morena en las cámaras. En este sentido, el frente conformado por el PRI, PAN y PRD es una opción.
Entiendo que puede ser contradictorio debido a lo que estos partidos representan históricamente, pero es la realidad actual. Además, Morena ha demostrado ser similar a estos partidos en solo un sexenio, ya que se nutrió de sus miembros. Si Morena hubiera sido un movimiento puro, como se pretende, López Obrador no habría ganado las elecciones del porque no habría tenido cuadros preparados. Lo que hizo fue reclutar a aquellos que sabían operar, como Bartlett, entre otros.
A decir verdad no importa si gana Claudia Sheinbaum la presidencia. Un presidente tiene las manos atadas desde las cámaras, así que no importa que pierda Xóchitl Gálvez ni que gane Claudia, lo que importa en verdad es que no “voten todo morena”, esa es la trampa, si votas todo por Morena les brindas la posibilidad de controlar las cámaras y esa es la apuesta de López Obrador para intentar pasar sus reformas que faltan.
Durante este sexenio, la cultura no experimentó ni un aumento en el presupuesto ni el apoyo total a las artes que Alejandra Frausto prometió, porque a López Obrador no le interesa la cultura. [Supo utilizar a los intelectuales de izquierda y le salió bien]. Por el contrario, hubo un saqueo profundo a las arcas culturales y las bellas artes cayeron en el olvido. Las artes populares y su falta de calidad predominan, lo cual no tiene sentido. Creyeron que con solo ponerse un huipil ya cumplían con la inclusión cultural y desviaron los fondos.
Es verdaderamente triste que los programas de apoyo a mujeres y niños con cáncer hayan sido manejados tan mal, debilitando aún más el sistema de salud, y que los programas de apoyo para las familias de menores hayan desaparecido bajo el pretexto de la corrupción. Sí, por supuesto que había desvíos, al igual que los hay en este sexenio, pero anularlo todo a pesar de la vida de las personas me parece ruin. No se puede negar y es un hecho.
Los programas sociales de hoy, con los que controlan a la gente, ya existían y fueron creados por el PRI y el PAN. Lo único que cambió fue el nombre y el discurso: antes eran un apoyo del gobierno, hoy son un apoyo “que manda nuestro presidente”, lo cual es muy tramposo. Si gana Xóchitl Gálvez, estos programas no desaparecerán, ni siquiera si ganara Jorge Álvarez Máynez, porque ya son programas constitucionales. Te dan el apoyo del bienestar, pero te quitan las medicinas en el IMSS, por lo que terminas gastando el apoyo en medicinas. ¿Cuál es la ayuda entonces? Ninguna.
El control exacerbado otorgado al ejército carece de lógica. López Obrador cree que protegiendo al ejército se salvaguarda a sí mismo, pero el ejército será el primero en abandonarlo.
No es una mentira que la violencia ha aumentado. Sin embargo, es falso que Claudia Sheinbaum diga, “la percepción de la violencia y el crimen disminuyó conmigo”. La percepción es una cosa, pero los crímenes cometidos son otra, y estos van en aumento. Si no estás informado, puedes creerlo. En el último debate, Claudia mintió descaradamente, lo cual es lamentable. Peor aún es afirmar que las elecciones son un mero trámite; eso es profundamente deprimente.
Hasta el momento, han sido asesinados 28 candidatos, la mayoría de Morena, y todos estos crímenes tienen raíces en el narcotráfico. ¿No te parece curioso?
La mayoría de Morena está compuesta por ex panistas y priistas, y en menor medida, perredistas. Por ejemplo, de los nueve candidatos a gobernadores en estas elecciones, no hay uno solo que no haya pertenecido antes al PRI, PAN o PRD. Entonces, ¿dónde está la pureza de Morena? No existe tal cosa.
En el caso de Xóchitl, algunos detractores comentan que no es la candidata más presidenciable, pero es trabajadora y, como cualquier político, tiene sus mañas. No existen políticos completamente limpios, ya sean de izquierda o de derecha. Xóchitl tiene una buena relación con los grupos empresariales y las clases medias, que han sido lastimadas. Claudia, por otro lado, no rechaza a los empresarios; estuve en la última reunión que tuvo con los banqueros. Sin embargo, no puede inclinarse abiertamente hacia ellos por ahora, ya que las bases duras de Morena podrían castigarla por ello.
En pleno siglo XXI, el discurso de izquierda y derecha resulta irrelevante porque, en la práctica, son lo mismo. No veo a la gente de izquierda que se benefició en este sexenio andando en huaraches; los veo en BMW y comiendo en Polanco. Antes eran de derecha, solo cambiaron de color y se pusieron un huipil. Un ejemplo es Olga Sánchez Cordero, que antes vestía de “marca” y ahora de huipil, pero sigue en el poder. Las bases de la izquierda, las que realmente creen en la igualdad social, siguen exactamente igual, sin beneficios y sufriendo. Muchos de los intelectuales, como Lorenzo Meyer, Paco Taibo y Sabina Berman, no están sufriendo; están luchando para no perder lo que la “izquierda” les dio. No hablemos de aquellos con resentimiento de clase que hoy se sienten validados.
Lo que quiero decirte con esto es que no puedes ni debes participar en movimientos que no te representan. Por eso jamás seguí a López Obrador; su discurso siempre fue débil, aunque apeló a la gente que deseaba formar parte de las élites y a otros que buscaban justicia social. Así consiguió apoyo, pero la hipocresía sigue siendo la misma. Vive en un palacio, no hay más que agregar.
Lo que voy a decir puede sonar mal, pero la izquierda con esos ideales que profesa, inventados por pensadores judíos como Marx, no tiene un lugar verdadero en el mundo; es solo otra forma de control. Ningún país con modelos sociales bolivarianos, revolucionarios, ha funcionado, porque el modelo es obsoleto. En cuanto entra el sentimiento humano de supervivencia, siempre se buscará estar bien por encima de los demás.
López Obrador pasará a la historia como el primer presidente de izquierda en México, sin realmente serlo. No diré que todo lo hizo mal, pero los logros son contados.
Vamos con las obviedades: la refinería no refina; el Tren Maya es una apuesta a 15 años, como mínimo, que generará pérdidas al gobierno; el Tren Transístmico sí es una buena apuesta. El programa de Gas Bienestar fue un fracaso, y el propio presidente admitió que abarcaron demasiado. El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) está ahí, pero sin vuelos significativos, y están dejando que el Aeropuerto de la Ciudad de México se deteriore para desviar el tráfico al AIFA. El último movimiento sobre las AFORES es garrafal; es inaceptable que quieran hacerse con el dinero de la gente, aunque lo nieguen.
Además, han pasado todo el sexenio culpando a sus predecesores. Nunca vi a Salinas culpando a De la Madrid, ni a Peña Nieto culpando a Calderón.
La economía y la estabilidad del peso no son logros de López Obrador, son aspectos generales de la economía internacional. No puedes vender como logro el aumento de las remesas; al contrario, si aumentan es porque algo está mal en el país.
Morena fue un movimiento, nunca un partido, por eso se está desmoronando ahora que el líder se va y Claudia Sheinbaum no es líder de nadie. López Obrador perdió la gran oportunidad de ser un estadista querido por la gente. Durante su mandato, se han registrado unos 176,000 homicidios dolosos, un 28.20% más que los registrados durante todo el mandato de su antecesor, Enrique Peña Nieto, que tuvo 137,283, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) actualizadas hasta abril. No veo a nadie haciendo manifestaciones contra Obrador como se hicieron contra Peña Nieto… ¿no les parece curioso?