La primera actriz Sylvia Pasquel se dijo muy nerviosa pues en todos sus años de carrera “no había hecho un desnudo ni cuando estaba jovencita”
Antes de iniciar el rodaje de El diablo entre las piernas, Arturo Ripstein le preguntó a Sylvia Pasquel cuál había sido hasta ahora su mejor película y, sin titubear, ella le respondió: “La que voy a filmar contigo”.
Cuando vi la película terminada pensé en cómo podíamos estar haciendo algo tan fuerte y que con la iluminación y recreación se viera tan poético. Fue una experiencia maravillosa, única e irrepetible que me deja muchas cosas como actriz. Es la mejor película que he hecho en mi vida”, destacó Sylvia Pasquel.
A sus 70 años de vida y medio siglo en los escenarios cinematográficos, televisivos y teatrales, la actriz interpreta a “Beatriz”, una mujer amante del tango que soporta los insultos, vejaciones y humillaciones por parte de su celoso esposo.
Al lado del actor Alejandro Suárez recrea el caso de una pareja de adultos mayores que suman muchos años de matrimonio, pero también de una convivencia caótica y codependiente al estar encerrados en su casa.
La primera vez que leí el guion me encantó. Me pareció un reto muy importante, sobre todo vencer los miedos porque nunca había hecho un personaje como este y tampoco me había enfrentado a un desnudo, bueno, a varios”, comentó la actriz.
Gracias al trabajo de mesa que llevó a cabo con Arturo Ripstein y su esposa, la guionista Paz Alicia Garciadiego, comprendió que su papel sería tratado con mucha delicadeza y finura, pues en ningún momento se sintió agredida ni molesta con lo que estaba sucediendo en escena.
Estaba muy nerviosa y le decía a Arturo que aunque tengo muchos años como actriz, no había hecho un desnudo ni cuando estaba jovencita, bonita y preciosa. Entonces, venir a hacerlo a estas alturas de mi carrera, sí fue un reto muy grande”.
En lo primero que pensó fue en sus nietas, pues le daba pena lo que pudieran opinar al verla. Pero cuando vieron la película por primera vez, la más pequeña la conmovió con sus palabras porque sólo se fijó en su trabajo.
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