Picasso incursionó en el cubismo, escultura neofigurativa, así como en grabado, el aguafuerte a la cerámica artesanal hasta la escenografía para ballets
Surrealista por excelencia, Picasso fue protagonista y creador inimitable de las diversas corrientes que revolucionaron las artes plásticas del siglo XX. Hoy se celebran 46 años de su muerte y del gran legado que compartió con el mundo.
Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso, nació el 25 de octubre de 1881 en Málaga. La época en la que llegó al mundo, era normal poner a los niños nombres muy largos. Desde pequeño vivió en diferentes ciudades con su familia, primero Coruña y posteriormente en Barcelona.
Desde niño tuvo un gran amor por el arte, cuando fue creciendo su inclinación hacia esa área de estudio se acentuó. En 1895 ya se encontraba finalizando su formación pictórica y comenzando su carrera como pintor, aunque en un principio esta no fue tan fructífera como lo sería años más tarde. De 1901 a 1904, Picasso alternó su residencia entre Madrid, Barcelona y París, con una pintura fuertemente marcada por el simbolismo.
Picasso incursionó en el cubismo hasta la escultura neofigurativa, así como en grabado, el aguafuerte a la cerámica artesanal o a la escenografía para ballets. Su obra es inmensa en número, variedad y talento, trabajó más de setenta y cinco años en la actividad creativa, que compaginó sabiamente con el amor, la política, amistad y un contagioso goce de la vida. Este caballero sabía la formula exacta para disfrutar los pequeños momentos y hacer de ellos un recuerdo invaluable.
Pintó más de 2 mil cuadros que hoy se exhiben en los museos más importantes del mundo, entre sus obras más destacadas se encuentran ‘Las Señoritas de Avignon’ (1907) y ‘El Guernica'(1937), el cual retrata uno de los momentos más crudos de España y ha sido retomado por cientos de estudiosos en el tema.
Pablo pasó por varias etapas artísticas en su vida, denominadas por colores, inicialmente se encontró en el periodo azul que corrió de 1901 a 1904, comenzó cuando el joven pintor tenía 19 años, su mejor amigo Carlos Casagemas, también pintor español se quitó la vida tras una decepción amorosa, esto provocó un gran dolor en Picasso llevándolo a un tiempo de melancolía que fue expresado en 64 pinturas las cuales manifestaban “el sentido trágico de la existencia humana”.
Después de ello vino el periodo rosa de 1904 a 1907, durante este periodo prevalecieron en sus pinturas los colores pasteles y los temas de circo. Para esa época, Pablo se mudó a París por temas de trabajo, allí conoció a una mujer de quien se enamoró y al mismo tiempo se involucró en la vida Bohemia.
En 1908 incursionó en el cubismo. Para el artista la realidad debía ser interpretada en formas geométricas (cilindros, esferas, conos), Picasso pensaba que para entender la realidad primero había que descomponerla.
Después vino su época surrealista de 1925 a 1935, para él su objetivo era crear sin estar limitado por temas racionales, por eso adopta ese nombre; aunque mencionaba que nunca perdió de vista la realidad en su vida.
“Me esmero en todo momento para no perder de vista la naturaleza. Lo que yo persigo es la semejanza, una profunda semejanza, más real que la realidad, para alcanzar lo surreal. Así he comprendido al surrealismo, pero ese concepto ha sido utilizado de forma muy distinta”.
Picasso siempre se consideró a sí mismo un poeta. Aunque con tendencia se expresaba a través de sus pinturas, dibujos y esculturas, en la década de 1930 llegó a escribir poesía, y de 1940 a 1950 escribió también obras de teatro. Guillaume Apollinaire lo conoció un día, y se sorprendió por la habilidad del joven español para sobrepasar la barrera léxica. “Después de todo, las artes son todo lo mismo, uno puede escribir una pintura en palabras de la misma manera que puede pintar sensaciones en un poema”, decía el artista.
La vida de Pablo estuvo llena de pintura y arte, fue una disciplina con la que nació, un hombre rebelde por excelencia y amante de los pequeños momentos, intenso y apasionado, así transcurrió su vida, entre palomas y toros, que solía dibujar en pequeños trozos de papel. Picasso murió el
8 de abril de 1973, a los 92 años, sufrió una insuficiencia cardíaca en Mougins. Ahora es recordado por el mundo entero y reconocido como uno de los pintores más importantes e influyentes del siglo XX.
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