
En los últimos 15 meses, 70 menores han muerto en Nuevo León víctimas de la violencia armada; el caso más reciente involucra a un bebé de cuatro meses
La escalada de violencia armada en Nuevo León ha dejado una marca trágica en la población infantil. En tan solo 15 meses, 70 menores de edad han perdido la vida, atrapados en medio de tiroteos, emboscadas o ataques directos perpetrados por grupos del crimen organizado.
El caso más reciente, ocurrido el pasado sábado en el municipio de Juárez, refleja la crudeza de esta situación: un bebé de apenas cuatro meses fue asesinado junto a su madre cuando llegaban a casa. Ambos fueron alcanzados por las balas disparadas por un grupo armado. El padre del menor, de 21 años, resultó herido y fue trasladado a un hospital para recibir atención médica.
Estos hechos han encendido las alarmas en el Congreso estatal, donde el coordinador del grupo parlamentario del Partido Acción Nacional, Carlos de la Fuente, exigió una respuesta contundente por parte de las autoridades responsables de la seguridad.
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“Es un tema muy complicado, el tema de los menores asesinados en el estado de Nuevo León, en el 2024 que yo mencioné que fue el año más violento de la historia reciente de Nuevo León para los menores de edad ha sido el año más violento de la historia de Nuevo León con 57 fallecidos y hoy en tan solo tres meses van 13 menores fallecidos”, expresó el legislador local, citando datos de la Fiscalía General de Justicia del Estado.
El diputado enfatizó que el homicidio del bebé en Juárez debe ser interpretado como un mensaje claro del fracaso de la estrategia de seguridad en la entidad. “Entonces este es un nuevo mensaje del fracaso de la estrategia de seguridad porque ahora no nada más son números alarmantes de hechos violentos y de asesinatos que hay en Nuevo León, sino que lamentablemente menores de edad están perdiendo la vida”, subrayó.
Una realidad que se repite
Este no ha sido un caso aislado. Apenas el 11 de abril, un niño de tres años falleció en Apodaca durante un ataque armado. Las balas iban dirigidas al abuelo del menor, quien también resultó herido. El adulto sostenía al niño en brazos cuando dos hombres armados que viajaban en motocicleta abrieron fuego contra ellos en la colonia Pueblo Nuevo, sobre las calles Río Lys y Río San Lorenzo.
La violencia se ha vuelto cotidiana en algunas regiones del estado, con consecuencias devastadoras para las familias que, incluso sin estar directamente involucradas en conflictos criminales, terminan siendo blanco del fuego cruzado o víctimas colaterales de atentados.
Llamado urgente a la coordinación institucional
Carlos de la Fuente hizo un llamado a los tres niveles de gobierno para que refuercen su colaboración en el diseño e implementación de una estrategia integral de seguridad, centrada en la protección de la población civil y especialmente de los menores.
“Dijo que el llamado es a los municipios y a todas las autoridades encargadas de seguridad para que hagan una estrategia en conjunto porque esto no puede estar sucediendo”, señaló el legislador.
Mientras tanto, la sociedad nuevoleonesa sigue exigiendo respuestas y acciones efectivas. La cifra de 70 menores fallecidos en poco más de un año es un reflejo doloroso del deterioro de la seguridad pública, que continúa cobrando vidas inocentes sin distinción de edad ni circunstancias.
Las autoridades estatales no han emitido hasta el momento un posicionamiento oficial sobre este conteo ni han anunciado medidas específicas para atender la violencia que impacta directamente a la niñez en Nuevo León. La presión sobre los gobiernos municipal y estatal crece, mientras las cifras continúan en ascenso.