
El incendio, que sigue activo, amenaza con extenderse en uno de los puntos clave del comercio iraní.
Una potente explosión sacudió este sábado el puerto de Shahid Rajaee, en el sur de Irán, dejando un saldo de al menos ocho muertos y más de 750 heridos, según informaron autoridades locales y medios estatales. El incidente provocó un incendio de gran magnitud que aún no ha sido controlado.
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Ubicado cerca de la ciudad de Bandar Abás, a orillas del estratégico estrecho de Ormuz, el puerto es crucial para el comercio de Irán, movilizando el 85% de sus mercancías. La onda expansiva fue tan fuerte que se sintió a más de 50 kilómetros a la redonda, reportaron medios como Fars y Tasnim.
Investigación en curso
El presidente Masud Pezeshkian ordenó abrir una investigación para esclarecer las causas del siniestro. De acuerdo con reportes preliminares de la oficina de aduanas, el origen estaría en un incendio dentro de un almacén de materiales peligrosos y productos químicos.
El ministro del Interior, Eskandar Momeni, quien se trasladó al sitio, informó que el balance de víctimas aumentó a medida que avanzaron las labores de rescate. “Esperamos controlar el fuego en las próximas horas”, declaró.
Impacto y daños
Imágenes difundidas por agencias oficiales, como IRNA y Mehr, muestran una densa columna de humo elevándose sobre la zona portuaria, mientras helicópteros intentan sofocar las llamas. Numerosos contenedores resultaron destruidos y la mayoría de los edificios en el puerto sufrieron daños severos.
Según la autoridad provincial de emergencias, Mehrdad Hasanzadeh, la explosión se originó tras la detonación de varios contenedores almacenados en los muelles.
Entre los afectados hay tres ciudadanos chinos que sufrieron heridas leves, informó la cadena estatal CCTV, citando fuentes consulares en Bandar Abás.
Precauciones en la región
Como medida preventiva, se anunció el cierre de todos los centros educativos en el área para este domingo.
La Compañía Nacional Iraní de Distribución de Productos Petroleros aclaró que las instalaciones de combustibles en Bandar Abás operan con normalidad y que la explosión no afectó refinerías ni oleoductos.
La magnitud del incidente refleja la vulnerabilidad de un enclave comercial vital para Irán, en una región donde circula cerca del 20% del petróleo mundial.
Con información de Excelsior