La noche del jueves se realizó una misa de cuerpo presente en la Catedral Metropolitana de la CDMX del padre José Miguel Machorro Alcalá a donde acudieron diversos fieles que lloraron la muerte del clérigo.
En tanto, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) lamentó la muerte del padre José Miguel Machorro Alcalá, y expresó su solidaridad al cardenal Norberto Rivera Carrera.
El organismo expresó su tristeza, consternación y solidaridad, ante la muerte del clérigo procedente de la diócesis de Papantla, y quien se desempeñó los últimos 20 años en la Arquidiócesis de México.
“El padre José Miguel ha partido hoy a la casa del Padre, después de haber sido agredido violentamente, el pasado 15 de mayo, en la Catedral de México, y después de haber sufrido convalecencia y grave debilidad.
“En estos momentos de tristeza y consternación, dirigimos nuestra mirada al Buen Pastor Jesucristo, quien nos confiere el don de la reconciliación paraperdonar a quienes nos ofenden”, expresó la CEM en un comunicado.
El documento está firmado por el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara y presidente de la CEM; así como por el obispo auxiliar de Monterrey, Nuevo León, Alfonso G. Miranda Guardiola.
Machorro Alcalá falleció el mediodía de este jueves, luego de haber sufrido una muerte cerebral la noche anterior, al encontrarse convaleciente en el área de terapia intensiva del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán.
El sacerdote fue agredido con un arma punzo cortante, que le provocaron lesiones en la yugular y la espalda, la tarde del pasado 15 de mayo, cuando se oficiaba la misa de las 18:00 horas en el Altar del Perdón, de la Catedral Metropolitana.
Por estos hechos fue detenido Juan René Silva Martínez, originario de Matehuala, San Luis Potosí, quien presuntamente padece de trastornos mentales.
“Por nuestra fe sabemos que la muerte no es el final, y que el amor destruye la muerte, porque la esperanza es la victoria frente a la desesperación.
“Pedimos a Dios por su eterno descanso y también para que el Señor conceda a sus familiares y amigos la fortaleza, la esperanza y el consuelo de la fe”, concluyó en su documento la CEM.
Con información de David Vicenteño