
Un líder religioso ha sorprendido a sus seguidores al pedirles costosos obsequios, incluyendo una casa, un automóvil y hasta un helicóptero, a cambio de promesas de bienestar espiritual y material.
En una inusual petición que ha generado controversia, un predicador ha solicitado a sus fieles que le obsequien una casa, un vehículo y un helicóptero. A cambio, promete bendiciones espirituales y materiales, argumentando que estos bienes facilitarán su labor divina y mejorarán la calidad de vida de sus seguidores.
Esta solicitud recuerda a casos anteriores donde líderes religiosos han pedido a sus congregaciones donaciones sustanciales para financiar lujos personales. Por ejemplo, en 2018, el televangelista Jesse Duplantis solicitó a sus seguidores 54 millones de dólares para adquirir un jet privado, argumentando que Jesús le había pedido tenerlo para difundir el evangelio de manera más eficiente.
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Mientras algunos fieles acceden a estas peticiones con la esperanza de recibir bendiciones, otros críticos cuestionan la ética de tales demandas, sugiriendo que explotan la fe de las personas para fines personales.
La práctica de solicitar bienes materiales a cambio de promesas espirituales plantea interrogantes sobre la responsabilidad ética de los líderes religiosos y la vulnerabilidad de los creyentes. Es esencial que los fieles ejerzan discernimiento y reflexionen sobre la autenticidad y motivación detrás de tales solicitudes.