
La elefanta Magda sostiene con su trompa a su compañera fallecida, negándose a dejarla.
La emotiva despedida de la elefanta Magda a su compañera Jenny ha conmovido a miles en redes sociales. Magda, del Parque Safari Taigan en Crimea, expresó su dolor abrazando a Jenny tras su fallecimiento, luego de casi 40 años juntas.
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En un video difundido en redes, se observa a Magda intentando levantar a Jenny con leves empujones antes de rendirse y abrazarla en un gesto de dolor y despedida.
La elefanta permanece a un lado de su compañera, se le acerca, pone su cabeza en su cuerpo y hasta sujeta la trompa de inerte de Jeny.
Ambas elefantas habían trabajado en un circo en Kazán, Rusia, hasta su retiro en 2021 debido a incidentes preocupantes. En una ocasión, Jenny golpeó a Magda en plena actuación, causando pánico entre el público.
Semanas después, ambas atacaron a su entrenador, Eduard Sheishenbekov, quien sufrió graves lesiones.
Los usuarios de redes sociales reaccionaron conmovidos ante el dolor de la elefanta.
- Pobre elefante. Se ve que la quería mucho.
- Los elefantes tienen buena memoria y 25 años a lado de alguien no son fácil de soltar.
- Lo más triste que he visto hoy. Pero es la ley de la vida
- Me rompe el corazón verla.
- Un circo ruso. Lo que no habrá sufrido ese pobre animalito.
Los elefantes y la muerte
Los elefantes son reconocidos por su notable inteligencia y complejas estructuras sociales, lo que se refleja en su comportamiento ante la muerte de sus congéneres.
Diversos estudios y observaciones han documentado cómo estos majestuosos animales experimentan y reaccionan ante la pérdida de miembros de su manada, evidenciando comportamientos que sugieren una forma de duelo.
Una de las reacciones más comunes observadas en elefantes ante la muerte de un compañero es el contacto físico con el cadáver. Los elefantes suelen acercarse al cuerpo, olfatearlo y tocarlo con sus trompas, especialmente en áreas como la cara y las orejas. Este comportamiento ha sido interpretado como una forma de reconocimiento y despedida.
En algunos casos, se ha observado a elefantes jóvenes intentando levantar o mover el cuerpo con sus patas, mostrando signos de confusión o intento de reanimación.
Además del contacto físico, los elefantes exhiben comportamientos que podrían considerarse rituales funerarios. Por ejemplo, se ha documentado que, tras la muerte de una cría, las madres y otros miembros de la manada permanecen junto al cuerpo durante períodos prolongados, mostrando signos de angustia y vocalizaciones inusuales.
En algunos casos, los elefantes han sido vistos cubriendo el cuerpo con hojas y ramas, lo que sugiere una forma de “entierro”.
La elección del lugar para dejar el cuerpo también parece ser deliberada. Investigaciones en India han revelado que los elefantes trasladan a sus crías fallecidas a lugares aislados, lejos de humanos y depredadores, eligiendo depresiones o áreas cercanas a fuentes de agua para depositar el cadáver. Este comportamiento indica una intención de proteger y honrar al fallecido, alejándolo de posibles amenazas.
La reacción de los elefantes ante la muerte no se limita a miembros de su propia manada. Se han documentado casos en los que elefantes muestran interés por los restos de otros elefantes con los que no tenían relación directa.
Este interés se manifiesta en comportamientos como tocar y oler los huesos, lo que sugiere una comprensión de la muerte y una forma de respeto hacia los fallecidos.
Estas observaciones resaltan la profundidad emocional y la complejidad social de los elefantes. Su capacidad para experimentar emociones como el duelo y realizar rituales asociados a la muerte los coloca entre las pocas especies animales que muestran una comprensión de la mortalidad.