
Un nuevo hallazgo en Teuchitlán, Jalisco, aumenta las sospechas de un rancho utilizado como centro de exterminio.
Este jueves, en el rancho Izaguirre de Teuchitlán, Jalisco, se descubrió un posible segundo horno crematorio, lo que aumenta la preocupación sobre el uso ilegal de la propiedad. El hallazgo fue realizado por un equipo de búsqueda que incluyó a miembros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco y especialistas de la Comisión Nacional de Búsqueda. Aunque aún no se confirma la existencia del horno, los primeros indicios sugieren que el lugar podría haber sido utilizado para la eliminación de cuerpos.
La situación ha generado alarma, especialmente después de que en el mismo rancho se descubrieran varios hornos crematorios el año pasado, sin que las autoridades informaran sobre ello de manera adecuada. Los investigadores se centraron en una bodega del rancho, donde utilizaron georradar para detectar posibles indicios de más restos, encontrando áreas sospechosas. La excavación detallada comenzará este viernes, lo que podría arrojar más pruebas sobre el uso del rancho como un centro de exterminio.
Los miembros del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco se han mostrado frustrados por lo que consideran una respuesta tardía de las autoridades, al calificar de “burla” la colocación de un simple sello de aseguramiento en el rancho, después de tantos meses de investigaciones. A pesar de los esfuerzos realizados por el colectivo y la Comisión Nacional de Búsqueda, los resultados previos no han sido lo suficientemente contundentes para esclarecer por completo el caso.
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El hallazgo de más hornos en el rancho Izaguirre se une a otros descubrimientos recientes en el estado de Jalisco, donde se han encontrado varios lugares vinculados a la desaparición forzada y la violencia organizada. Los testimonios de los colectivos de búsqueda indican que en el rancho se han encontrado evidencias de numerosos crímenes, como casquillos de balas y restos humanos.
Este nuevo descubrimiento ha puesto nuevamente en el foco la necesidad de una investigación más profunda y el fortalecimiento de las políticas de búsqueda y justicia en el país, mientras las autoridades y los colectivos continúan luchando por dar respuestas a las víctimas de desapariciones forzadas en la región.