
Un entrenador de gimnasia ha sido acusado de abuso sexual contra varias jóvenes en Nuevo León, generando indignación y reclamos de justicia.
Un caso estremecedor de abuso sexual en el ámbito deportivo ha salido a la luz en Nuevo León, donde un entrenador de gimnasia, identificado como Eduardo Damazo “N”, ha sido acusado de agredir sexualmente a varias de sus alumnas. La Fiscalía General de Justicia del Estado ha confirmado hasta el momento ocho denuncias, todas de menores de entre 10 y 11 años, que se habrían presentado entre 2015 y 2016, durante las clases que el acusado impartía a las víctimas. Las denuncias han generado una fuerte indignación en la comunidad, ya que las víctimas confiaban en el entrenador como una figura de autoridad.
Una de las víctimas relató su calvario durante una entrevista, donde describió cómo el entrenador, aprovechando su posición de poder, la sometió a tocamientos inapropiados dentro del vehículo en el que viajaban. La joven mencionó que al principio no entendía la magnitud de lo que sucedía, pero con el tiempo, se dio cuenta del abuso que había sufrido. La situación empeoró cuando otras víctimas comenzaron a salir a la luz, corroborando las denuncias de las agresiones y revelando un patrón de comportamiento por parte del entrenador.
Las autoridades, al recibir estas denuncias, procedieron a separar a Eduardo Damazo “N” de su cargo como instructor de gimnasia mientras se lleva a cabo la investigación correspondiente. El Instituto Estatal de Cultura Física y Deportes de Nuevo León ha respaldado la medida, asegurando que se están tomando todas las acciones necesarias para esclarecer los hechos y proteger a las posibles víctimas de otras agresiones. Mientras tanto, las víctimas han expresado su deseo de ver justicia y que el entrenador sea castigado por sus crímenes.
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El entrenador, por su parte, negó las acusaciones en su contra, asegurando que nunca hubo mala conducta durante sus clases y que las acusaciones son infundadas. Sin embargo, los testimonios de las jóvenes involucradas han sido contundentes, lo que ha llevado a un mayor escrutinio sobre su comportamiento durante los años que trabajó con menores en el ámbito deportivo.
Este caso ha generado un fuerte debate sobre la seguridad de los menores en actividades deportivas y sobre la importancia de establecer mecanismos más estrictos para prevenir el abuso sexual en estos entornos. La comunidad exige que se implementen protocolos claros de protección para las jóvenes, con el fin de evitar que casos como este sigan ocurriendo en el futuro.