
El informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (INCB) de la ONU señala que la producción ilegal en México abastece a Norteamérica
Un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU indicó que la mayoría de las drogas incautadas en Norteamérica, incluido el fentanilo, son producidas ilegalmente en México.
El fentanilo, el mayor desafío en la región
El tráfico de fentanilo y otros opioides sintéticos representa la principal amenaza para México, Estados Unidos y Canadá, según el informe 2024 de la INCB. La producción ilegal de fentanilo en México suele utilizar químicos no regulados a nivel internacional, situación similar a la de la metanfetamina, aunque esta última también se fabrica en territorio estadounidense.
El estudio también advierte sobre una disminución del tráfico de heroína, debido a que ha sido desplazada por el fentanilo y otros opioides en los mercados ilegales. En contraste, el tráfico de cocaína y cannabis sigue activo, aunque las incautaciones se han mantenido estables o en descenso.
México: consumo en aumento y violencia ligada al narcotráfico
El documento de la ONU señala que el aumento de la producción y distribución de fentanilo en México ha provocado un incremento en su consumo y en los niveles de violencia. Antes de 2018, las solicitudes de tratamiento por adicción a esta droga eran mínimas. Sin embargo, en 2023 se registraron 430 solicitudes, reflejando el crecimiento del problema.
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En términos de seguridad, los grupos del crimen organizado continúan siendo los principales responsables de la violencia derivada del narcotráfico. En 2023, México reportó 29,709 homicidios dolosos, la primera vez desde 2017 que la cifra anual estuvo por debajo de los 30 mil.
El informe de la INCB resalta la necesidad de fortalecer el control de precursores químicos y mejorar la cooperación internacional para combatir el narcotráfico y el consumo de fentanilo en la región.
Fentanilo en EU
El fentanilo, un opioide sintético entre 50 y 100 veces más potente que la morfina, ha emergido como una crisis de salud pública en Estados Unidos. Originalmente desarrollado para el manejo del dolor severo en pacientes con cáncer, su versión ilícita ha inundado el mercado de drogas, provocando un alarmante incremento en las muertes por sobredosis.
Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en 2021 aproximadamente 70,000 personas fallecieron en Estados Unidos por sobredosis relacionadas con el fentanilo, lo que representa un aumento casi cuádruple en cinco años.
Este opioide estuvo implicado en cerca de dos tercios de todas las muertes por sobredosis en ese año, afectando principalmente a individuos de entre 25 y 44 años.
El fentanilo ilícito se ha convertido en la droga más comúnmente involucrada en sobredosis fatales en todos los grupos de edad, raza, etnia y género en Estados Unidos. Su alta potencia y la posibilidad de estar mezclado con otras sustancias aumentan significativamente el riesgo de sobredosis.
La principal fuente de fentanilo ilícito en Estados Unidos es México. Los cárteles mexicanos producen y trafican la droga a través de la frontera sur, utilizando rutas terrestres y, en ocasiones, el Servicio Postal estadunidense.
Para abordar esta crisis, es crucial fortalecer la cooperación internacional, mejorar la vigilancia y control de precursores químicos, y ampliar el acceso a tratamientos de adicción y programas de prevención.
La colaboración entre agencias gubernamentales, organizaciones de salud y la comunidad es esencial para mitigar el impacto devastador del fentanilo en la sociedad estadunidense.