El 18 de junio de 2023, el mundo se conmovió al conocerse que el submarino Titán había desaparecido en las profundidades del Océano Atlántico mientras se dirigía a explorar los restos del Titanic.
Desde entonces, la tragedia del Titán se ha convertido en un recordatorio de cómo la ambición humana puede llevarnos a cruzar límites imprevisibles y terminar de la peor manera. Además, surgieron diversas versiones sobre lo sucedido, incluyendo la posible negligencia por parte de OceanGate, la empresa propietaria del sumergible, y los protocolos de seguridad existentes para la exploración del fondo marino.
Más de un año después de que la implosión del Titán conmocionara al mundo, la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) publicó una grabación del escalofriante audio del momento en que el sumergible implosionó, acabando instantáneamente con la vida de los cinco pasajeros.
En el inquietante clip, que se está mostrando por primera vez, se escucha un ruido blanco estático, seguido de un fuerte estruendo y reverberación, para luego volver a escuchar la estática.
Según la NOAA, el estruendo correspondería al sonido de la implosión del submarino, ocurrido antes de llegar al sitio del naufragio del Titanic.
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La espeluznante grabación de 20 segundos del desastre fue captada por una grabadora acústica pasiva ubicada a unos 1,400 kilómetros de distancia de donde el buque OceanGate implosionó debido a la presión del agua.
Tras la tragedia del submarino, una investigación de la Guardia Costera descubrió que el sumergible presentaba diversas fallas estructurales y riesgos de seguridad, además de que no había sido revisado de manera independiente antes de embarcarse hacia las profundidades del océano.
La tragedia del submarino Titán sigue siendo un recordatorio escalofriante de los riesgos inherentes a la exploración extrema y de cómo la negligencia y las fallas estructurales pueden resultar en consecuencias fatales.
La reciente publicación del audio de la implosión del Titán por parte de la NOAA ha reavivado la conmoción a nivel mundial, mientras persisten las preguntas sobre la responsabilidad de OceanGate en el desastre.