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La reciente declaración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acerca de la implementación de aranceles a las importaciones de acero y aluminio ha causado inquietud en México.
Esta medida podría aumentar el costo de una amplia gama de productos que incluyen estos metales, impactando tanto a los consumidores como a diferentes sectores industriales en el país.
México y Canadá tendrán que abonar un arancel del 50% por la exportación de aluminio y acero a Estados Unidos, debido a la nueva tarifa del 25% anunciada esta semana por el presidente Donald Trump. A este impuesto se sumarán otras tasas previamente aplicadas a productos mexicanos y canadienses, lo que provocará tarifas más altas en comparación con otros países que exportan estos metales a Estados Unidos, según comunicó un funcionario de la Casa Blanca a EFE.
Los aranceles globales del 25%, que para México y Canadá se incrementarán a un 50%, comenzarán a aplicarse el 12 de marzo, conforme a lo dispuesto en las órdenes ejecutivas firmadas por Trump el lunes.
La razón por la que estos dos países tendrán una tasa del 50% es la combinación del nuevo impuesto del 25% al aluminio y acero con otro gravamen del mismo porcentaje sobre productos mexicanos y canadienses, que entrará en vigor el 4 de marzo.
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La implementación de estos aranceles podría elevar los costos de varios productos cotidianos y de sectores clave en México. Entre los más afectados se encuentran:
- Automóviles: La producción de vehículos depende en gran medida del acero y el aluminio, por lo que el aumento en los costos de estos materiales probablemente incrementará el precio de los automóviles nuevos.
- Electrodomésticos: Artículos como refrigeradores, lavadoras y estufas podrían volverse más caros.
- Construcción: Materiales como vigas y láminas de acero podrían encarecerse, lo que afectaría los costos de viviendas e infraestructura.
- Envases y latas: La industria de alimentos y bebidas, que utiliza latas de aluminio, podría verse obligada a ajustar sus precios.
- Maquinaria y equipo industrial: Los equipos que emplean acero y aluminio podrían experimentar un aumento de precio.
- Herramientas: Herramientas manuales y eléctricas que contienen componentes metálicos podrían subir de costo.
- Muebles metálicos: Artículos como sillas, mesas y estanterías podrían encarecerse.
- Bicicletas y motocicletas: Estos medios de transporte, que incorporan partes metálicas, podrían aumentar de precio.
- Electrónica: Dispositivos que usan acero y aluminio en su estructura interna podrían verse afectados.
- Juguetes metálicos: Los juguetes que contienen componentes metálicos podrían experimentar un aumento en su costo.
México es uno de los principales exportadores de acero a Estados Unidos, con 3.8 millones de toneladas exportadas en 2023. La implementación de estos aranceles no solo afectaría las exportaciones mexicanas, sino que también aumentaría los costos de las importaciones de productos terminados que contienen acero y aluminio. Esto podría generar una cadena de aumentos en los precios al consumidor y presionar la inflación en México.
De acuerdo con el Instituto Estadounidense del Hierro y Acero, México ocupa el tercer lugar como proveedor de estos metales para Estados Unidos, solo por detrás de Canadá y Brasil. Además, el 82% de las exportaciones mexicanas de acero, aluminio y sus manufacturas están destinadas al mercado estadounidense, según un informe del Banco Base.
Por otro lado, México también es un comprador clave para Estados Unidos. Marcelo Ebrard, secretario de Economía, señaló que México es el principal destino de las exportaciones siderúrgicas de EE. UU., representando el 52% de sus ventas globales al cierre de 2024. Además, entre el 80% y el 90% del comercio de la industria automotriz estadounidense se realiza con México y Canadá, por lo que esta medida podría impactar directamente a ese sector.
El anuncio de estos aranceles ha generado diversas reacciones en México. Ebrard destacó que estas restricciones también podrían tener un impacto negativo en la economía de Estados Unidos.
En los próximos días, el gobierno mexicano podría considerar medidas para mitigar los efectos de estos aranceles y proteger a la industria nacional. Sin embargo, en sus conferencias matutinas, la presidenta Claudia Sheinbaum ha asegurado que todo se analizará con calma para evitar caer en “provocaciones” y ha subrayado que no hay razón para “adelantarse” en las decisiones.