La joven mujer de 29 años había experimentado un “crujido en el cuello” durante su sesión de ejercicio, por lo que pensó en buscar tratamientos alternativos
Una mujer de 29 años llamada Joanna Kowalczyk, originaria de Gateshead, Inglaterra, perdió la vida semanas después de haber acudido a un quiropráctico para atender un dolor en el cuello que comenzó durante un entrenamiento en el gimnasio en 2021.
Kowalczyk había experimentado un “crujido en el cuello” durante su sesión de ejercicio, por lo que decidió buscar tratamientos alternativos en lugar de seguir las recomendaciones médicas. Tras el incidente, ella rechazó un procedimiento hospitalario y optó por acudir a un quiropráctico, lo cual, lamentablemente, terminó en tragedia.
Te puede interesar: Niño pierde la vista por comer solo nuggets, salchichas y galletas
Se cree que Kowalczyk sufrió una disección arterial, una lesión en las arterias del cuello, y que su condición se agravó después de recibir un ajuste quiropráctico en su cuello. Su historial médico incluía un trastorno del tejido conectivo que la hacía más susceptible a este tipo de lesiones, lo cual no fue tenido en cuenta por el quiropráctico.
La investigación reveló que la joven tenía antecedentes de migrañas y hipermovilidad articular, pero el quiropráctico no verificó sus registros médicos, lo que contribuyó a la tragedia. Kowalczyk murió a causa de las complicaciones derivadas del tratamiento quiropráctico. La asistente forense Leila Benyounes señaló que su muerte fue consecuencia directa de un tratamiento que no se ajustó a las recomendaciones médicas.
Una joven que elige el quiropráctico sobre el hospital
A pesar de la recomendación médica de someterse a una prueba de punción lumbar en el hospital, Kowalczyk decidió irse a casa y buscar ayuda quiropráctica. Aunque le informó al quiropráctico sobre su visita al hospital, este no solicitó los registros médicos de la joven.
La joven comenzó a recibir varios ajustes y manipulaciones entre septiembre y octubre, sin que se tomaran las precauciones necesarias.
El 16 de octubre, después de un ajuste en el cuello, Kowalczyk experimentó mareos, visión doble, y vómitos. Aunque el quiropráctico le recomendó acudir al hospital, ella decidió quedarse en la clínica. Sin embargo, su condición empeoró y tuvo que ser atendida por paramédicos. A pesar de los síntomas de un posible accidente cerebrovascular, se le diagnosticó migraña, lo que retrasó el tratamiento adecuado.
Dos días después, Kowalczyk falleció tras una serie de complicaciones médicas, y se reveló que su arteria había sufrido un desgarro. El forense destacó que el quiropráctico no tomó las precauciones adecuadas al no verificar los registros médicos antes del tratamiento. En su declaración, Benyounes subrayó la importancia de obtener los registros médicos antes de realizar cualquier tratamiento quiropráctico.
La investigación dejó claro que la obtención de registros médicos debería ser una práctica común para evitar tragedias como esta, especialmente cuando los pacientes han recibido atención médica reciente.