El secretario de Gobierno de Tabasco, José Ramiro López Obrador, afirmó que las autoridades están “gestionando” el asunto relacionado con la distribución de Roscas de Reyes y juguetes que, según se presume, fue realizada por miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en diversas comunidades del estado.
López Obrador resaltó que estas acciones del CJNG son un reflejo de los resultados que se están logrando en la batalla contra la delincuencia.
Asimismo, enfatizó que este y otros incidentes violentos ocurren dentro del contexto de los primeros cien días de gobierno que liderará el estado durante los próximos seis años.
Por último, López Obrador afirmó que no se incrementará la seguridad únicamente en los municipios donde se distribuyeron estas dádivas, sino en toda la entidad, ya que “no hay municipios de segunda”.
La distribución de roscas y juguetes, que tuvo lugar recientemente en los municipios de Centro, Cárdenas y Macuspana, lugares de origen de José Ramiro y su hermano, el expresidente Andrés Manuel López Obrador, fue captada en videos que se difundieron en redes sociales.
En estos videos se muestra a habitantes de diversas colonias recibiendo roscas y juguetes, mientras un hombre asegura: “Este regalo es sin compromiso de nada, solo es para darle una sonrisa a los niños y apoyarles a ustedes, estamos a la orden”.
Asimismo, el hombre afirma que el regalo “se los manda el Señor 88. Somos del Cártel Jalisco” y subraya que su objetivo es “apoyar y cuidar” a la población, no robarles, en alusión a las disputas con grupos rivales como el denominado La Barredora.
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En otro video, se escucha a un hombre decir: “Esto es un detallito que les manda El Señor 88 de parte del Cártel Jalisco Nueva Generación”.
La distribución de roscas ha sido asociada a un contexto de violencia derivada de la disputa territorial entre el CJNG y La Barredora, con más de 200 homicidios registrados en los últimos meses.
El mencionado “Comandante 88” está vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), especialmente en el sureste de México, donde se han reportado altos niveles de violencia y disputas territoriales, principalmente en estados como Tabasco, Veracruz y Guerrero.
En estos lugares, se le identifica como un generador de violencia, aunque su identidad sigue siendo desconocida. Se le asocia con actividades como el tráfico de drogas y enfrentamientos con otros grupos criminales.
Las fuerzas de seguridad lo han relacionado con el control de áreas y la expansión de la influencia del Cártel de Jalisco, en conflictos con grupos rivales como el Cártel de Sinaloa y células locales como La Barredora.