Rafael Nadal confesó que siempre sintió nervios en cada partido y, en algunos momentos durante los juegos, experimentaba dificultades para respirar.
Rafael Nadal, quien se retiró del tenis profesional en la Copa Davis de noviembre en Málaga, compartió en una carta emotiva que, a lo largo de su carrera, proyectó una imagen que no siempre reflejaba su verdadera realidad.
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“Durante 30 años, la imagen que transmití al mundo no siempre fue lo que sentía por dentro”, explica Nadal en una misiva difundida en The Players Tribune.
“Sinceramente, he estado nervioso antes de cada partido, eso nunca te abandona. Todas las noches antes de un partido, me acostaba sintiendo que podía perder (¡también al despertarme por la mañana!). En el tenis, las diferencias entre jugadores son muy ajustadas y entre rivales aún más. Cuando sales a la pista, puede pasar cualquier cosa, por tanto, todos tus sentidos deben estar bien alerta”, prosigue la leyenda del tenis español.
“Esa sensación de fuego interior, los nervios, la adrenalina de salir y ver una pista llena, es una sensación muy difícil de describir”, detalla el manacorí, antes de subrayar que supo controlar esas emociones “con una excepción”.
“Hubo momentos en la pista en que tenía problemas para controlar la respiración y no podía jugar a mi mejor nivel. No tengo problema en admitirlo ahora. Al fin y al cabo, somos seres humanos, no superhéroes”, señala Nadal, sin dar más detalles del preciso momento.
“El jugador que ves en el centro de la pista con un trofeo es una persona; agotada, aliviada, feliz, agradecida, pero solo una persona. Afortunadamente, no llegué al punto de no poder controlar cosas como la ansiedad, pero todos los jugadores pasan por momentos de dificultad para controlar la mente y cuando eso sucede, es difícil tener el control total de tu juego”, profundiza.
Nadal también habla de su lesión cuando tenía 17 años y le dijeron que “probablemente nunca volvería a jugar al tenis profesional”.
“Pasé muchos días en casa llorando, pero fue una gran lección de humildad y tuve la suerte de tener una familia que siempre han estado y están muy cerca de mí en todo y sobre todo mi padre, la verdadera influencia que he tenido en mi vida, que siempre fue muy positivo”, se sincera.
El tenista se despide asegurando que durante su carrera ha dado todo lo que he podido: “A cambio, recibí alegría y felicidad. Alegría y felicidad, amor y amistad, y mucho más…”.