Jazmín Carro narró detalladamente lo sucedido y cómo se arrepiente de haber acusado falsamente a su padre de abuso sexual
El caso de una joven argentina se ha vuelto viral debido a la dolorosa revelación que hizo: Jazmín Carro denunció falsamente a su padre por abuso sexual, causando el arresto y posterior encarcelamiento de su progenitor.
De acuerdo a la confesión que la joven grabó, todo inició tras una fuerte discusión familiar cuando ella tenía 14 años. Por la rabia que sentía en ese momento, Jazmín Carro le dijo a su madre que su padre la había manoseado.
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La madre “no dudo” en de inmediato colocar una denuncia por abuso sexual contra el padre que terminaría en una condena de 15 años.
Pero la mentira salió a luz tres años después, confesada por la joven, quien se excusó diciendo que en ese momento estaba enojada y que “no quería que le pongan ningún tipo de límites”.
El testimonio tuvo lugar el pasado 20 de noviembre en el Congreso de la Nación de Argentina, con motivo de la presentación del proyecto de ley que impulsa la senadora Carolina Losada para modificar el Código Penal y así agravar las penas de quienes radiquen acusaciones fraudulentas.
Jazmín Carro reveló que con el paso de los días le dijo la verdad a su madre, que todo era un engaño, que fue por puro enojo. Desde entonces, ambas buscan devolverle la libertad al padre, pero no han tenido éxito.
Testimonio
Entre lágrimas, Jazmín Carro relato punto por punto como se arrepiente de haber acusado falsamente a su padre de abuso sexual, pero también aseguró que las instituciones le fallaron. Aquí su testimonio.
“Mi historia comienza cuando tenía 14 años, empezando mi adolescencia, ahí me agarró un enojo con mi padre. No quería límites, no toleraba un orden, y en el colegio y la sociedad me mostraban a cada rato que yo era una mujer y que ningún hombre debía decirme qué hacer”, explicó.
La joven explicó que en ese tiempo acudía a una escuela “que apoyaba el feminismo, o el hembrismo”, y en el cual solían darse “discursos constantes del odio hacia el hombre”. La idea de acusar a su padre de abuso sexual la tomo de una historia autentica vivida por una amiga suya.
“Le dije a mi mamá que me había manoseado años atrás. Ella sin dudarlo lo enfrentó, y después de un rato de ellos discutiendo, fuimos al Polo de la Mujer a radicar y denunciar y pedir ayuda para mí”.
La adolescente aseguró que en la Secretaría de Lucha Contra la Violencia a la Mujer y Trata de Personas no encontró auténtica ayuda: En ese lugar no solo nunca me ayudaron ni me contuvieron, sino que se aprovecharon de mí, me hicieron pararme sola con 14 años a hablar con alguien, y solo le conté lo que había pasado, ni más ni menos. Que le dije a mi mamá que mi papá me había tocado mis partes íntimas tiempo atrás”.
“Nunca me preguntaron si era verdad o si mentía, y no sólo no dudaron de mí, sino que me hicieron una revisión médica muy invasiva para ver si había sido ultrajada en algún momento”.
“Una adolescente de 14 años que nunca había tenido ni siquiera novio tuvo que abrir las piernas ante un hombre adulto desconocido. Ahí comenzó todo el maltrato, ya no solo hacia mi padre, sino también hacia mí”.
La joven contó que tardó un año en reconocer que en esa secretaría no había sido atendida debidamente, pues no recibió ayuda psicológica suficiente:
“Y no solo eso: se tomaron el trabajo de poner que en esa revisación yo dije que mi papá me obligaba a chuparle el pene. Cosa que no solo nunca pasó, sino que nunca dije. Y pasó de una acusación de abuso simple a un abuso con acceso carnal y todos los agravantes”.
A partir de ese momento su padre no pudo volver a su casa, tampoco podría acercarse a la madre, a ella ni a sus dos hermanos.
“No lo dejaron volver a casa, a su hogar, solo por una acusación de manoseo, que ni siquiera sabían si era verdad. Sacaron a un hombre de su hogar, rompiendo desde un primer momento y casi con prioridad a una familia por completo”.