El juez de la Corte Superior, Michael Jesic, decidió aplazar la audiencia de los Hermanos Menéndez para los días 30 y 31 de enero de 2025.
El caso de los hermanos Menéndez, quienes buscan obtener una nueva sentencia para lograr su libertad, ha sufrido otro retraso.
El juez a cargo decidió aplazar la próxima audiencia para permitir que el nuevo fiscal de distrito del condado de Los Ángeles, Nathan Hochman, se familiarice con el caso y las pruebas presentadas.
El juez de la Corte Superior, Michael Jesic, decidió aplazar la audiencia, originalmente programada para el 11 de diciembre, y reprogramarla para los días 30 y 31 de enero de 2025. Según explicó el juez, esta decisión se debe a dos factores principales:
Revisión de una gran cantidad de documentos: Jesic indicó que necesita tiempo adicional para examinar 17 cajas de documentación relacionada con el caso, incluidas transcripciones de juicios anteriores y registros penitenciarios.
Cambio en el fiscal de distrito: Nathan Hochman, quien asumirá el cargo el 2 de diciembre, también pidió tiempo adicional para revisar la evidencia y poder emitir un juicio fundamentado.
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La audiencia del 30 y 31 de enero será una oportunidad decisiva para que los hermanos Menéndez busquen una nueva sentencia. Si no obtienen un fallo favorable, sus opciones quedarán gravemente limitadas.
Si la audiencia no les resulta favorable, los hermanos podrían pedir clemencia al gobernador de California, Gavin Newsom. No obstante, hasta ahora, el gobernador no ha hecho comentarios sobre esta posibilidad.
Lyle y Erik Menéndez fueron condenados en 1996 por el asesinato de sus padres, José y Kitty Menéndez, ocurrido en 1989. La defensa argumentó que los crímenes fueron el resultado de años de abuso físico y sexual por parte de su padre, una narrativa que ha ganado apoyo público en los últimos años debido a la aparición de nueva evidencia.
El caso de los hermanos Menéndez sigue siendo objeto de controversia, con una creciente corriente de opinión a favor de revisar sus condenas. La próxima audiencia será clave para determinar si las nuevas pruebas y el respaldo social son suficientes para modificar su sentencia y permitirles la posibilidad de recuperar su libertad.