Este lunes, los padres de Ángela Agudo, una joven valenciana en coma en un hospital de Tailandia tras sufrir un grave accidente de moto el pasado 6 de octubre, informaron que la cobertura del seguro ha finalizado.
“Hoy ha empeorado, tiene fiebre. Le han cambiado la medicación. Los médicos nos insisten en que realicemos el traslado cuanto antes”, expresaron este lunes María Ángeles y Manuel, padres de Ángela, una joven de 24 años, desde el hospital Bangkok en la isla de Samui, al sur de Tailandia, donde su hija está ingresada.
Ángela Agudo, originaria de Godelleta, un municipio ubicado a 29 kilómetros de Valencia, ha estado en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital en la turística isla tailandesa de Samui desde el pasado 6 de octubre, luego de sufrir un grave accidente de moto durante su viaje por el país asiático.
Ángela viajaba junto a su novio por la turística isla de Ko Tao cuando ambos cayeron al suelo debido a que el pavimento estaba muy resbaladizo por la humedad. Aunque ambos llevaban casco, Ángela sufrió una fractura de cráneo y perdió el conocimiento. Fue trasladada de urgencia a un pequeño hospital en la isla de Ko Samui, donde fue intervenida quirúrgicamente. Tenían planeado regresar a casa dos días después del accidente.
Los padres de la joven, visiblemente afectados, han compartido que la cobertura del seguro para su hospitalización en la UCI, una pequeña sala con poco más de cinco camas, ha concluido, según les informaron los responsables del hospital esta tarde.
Los costos han aumentado hoy a 120,000 baht (3,290 euros) diarios, frente a los 80,000 baht (2,200 euros) anteriores, según la factura entregada a los padres de Ángela. Manuel, visiblemente agobiado, explicó que el incremento se debe a la medicación adicional necesaria para tratar una nueva infección y, además, comentó que hoy recibieron la noticia de que el Gobierno no cubrirá el traslado, como habían solicitado.
En este momento, la familia está buscando la compañía adecuada para realizar el traslado de Ángela en un avión medicalizado de manera privada hasta Valencia, con un presupuesto aproximado de 295,000 euros, según comentó el hermano de la joven, Diego Agudo, la semana pasada. Diego explicó el difícil momento que atraviesa la familia: “Es algo muy duro. Sacamos fuerzas de donde no las hay para transmitirle a ella la energía necesaria para que pueda recuperarse”. La familia ha logrado reunir 300,000 euros a través de una campaña de micromecenazgo.
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Los padres, un trabajador de obra civil y una limpiadora de casas, esperan poder cerrar las gestiones lo antes posible para que el traslado se realice en las próximas 48 horas. Hace 10 días, Diego Agudo comentó a este periódico que habían solicitado al Gobierno de España que movilizara un avión para traer de regreso a su hermana, como se hizo hace unos meses con otro joven que sufrió una pancreatitis severa y estuvo un mes en un hospital de Bangkok. Diego reprochó no haber recibido “ninguna llamada de nadie del Gobierno”. “Lo último que sabemos es que el consulado ha enviado la documentación al ministerio”, agregó. La cónsul de España en Tailandia, Ana Andrés Hernández, se reunió con los padres en ese país.
Gracias a la campaña de micromecenazgo, a la que contribuyeron muchos vecinos de Godella, la familia logró recaudar en pocos días los 300,000 euros necesarios para cubrir los gastos hospitalarios y el traslado a España. Esto se complementó con donaciones de parientes, amigos y vecinos que aportaron a una cuenta bancaria creada por los allegados de la joven. Sin embargo, la familia deberá tributar a Hacienda tanto por el dinero recaudado a través del micromecenazgo como por el monto depositado en la cuenta bancaria.
Con la preocupación adicional de afrontar los gastos del accidente y el traslado, los padres de Ángela, quienes están en Tailandia desde el 8 de octubre, aseguran que se sienten “muy perdidos”, ya que no hablan inglés y se comunican usando un traductor en su móvil.
El hospital, que forma parte de la prestigiosa cadena Bangkok Hospital y tiene 30 centros en toda Tailandia, cuenta con un intérprete que traduce del tailandés al español para ayudarles a comunicarse con los médicos y el departamento financiero.
“Solo comemos plátanos y sándwiches envasados”, mencionan. “No queremos arriesgarnos a que algo nos siente mal. Tenemos que estar bien por nuestra hija”, añade la madre con preocupación.
La pareja se hospeda en un hotel sencillo y económico cerca del hospital, que tiene 50 camas y está ubicado en la zona más turística de la isla. “Es solo para dormir. Debemos cuidar mucho el dinero, ya que son muchos gastos”, comentan.
A pesar de las dificultades, expresan su agradecimiento por las personas en la isla que se han ofrecido a ayudarles, como un asturiano con una empresa de taxis en Samui y una cadena hotelera española que los invitó a comer el sábado.