La oxitocina es la hormona que impulsa a los perros a buscar contacto con sus dueños y pedir ayuda ante problemas difíciles.
Hoy en día, los perros son más que mascotas; son miembros de la familia que brindan amor y alegría a millones de hogares.
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Incluso, muchos dueños consideran a sus lomitos como sus mejores amigos, compartiendo momentos cotidianos, celebraciones y hasta vacaciones juntos.
Esta conexión especial se refleja en la forma en que cuidamos de ellos, brindándoles atención, cariño y hasta tratamientos de salud que antes eran impensables. Los perritos hoy en día no solo enriquecen nuestras vidas, sino que también nos enseñan sobre empatía, responsabilidad y el valor de la compañía incondicional.
Sin embargo, al parecer este comportamiento de los humanos con los perritos está provocando un cambio en la evolución de estos animales que los científicos están estudiando para entender como impactará en la vida de estas mascotas.
Así están cambiando los humanos la evolución de los perritos
De acuerdo con científicos, los perritos podrían estar viviendo una nueva era de domesticación, impulsada por el anhelo de los humanos de tener compañeros que sean amigables, tranquilos y perfectos para un estilo de vida más sedentario.
Hace apenas unas décadas, los lomitos eran vistos principalmente como animales de trabajo, dedicados a cazar plagas, pastorear ganado y proteger el hogar.
Sin embargo, en la actualidad, la búsqueda de compañía y afecto se ha vuelto una prioridad mucho más significativa para los dueños de mascotas.
Los científicos han descubierto que este cambio ha aumentado los niveles de una hormona responsable del vínculo social en los perros, y especialmente en los perros de servicio.
Este cambio refleja un profundo deseo de conexión y calidez en nuestras vidas, donde los perros no solo son amigos leales, sino también parte fundamental de nuestras familias.
Un estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Linköping, Suecia, reveló que la hormona oxitocina es la clave que impulsa a los perros a buscar el contacto con sus dueños, incluida su voluntad de “pedir ayuda” cuando se enfrentan a un problema difícil.
A medida que los humanos domesticaron a los lobos, transformándolos en las cariñosas mascotas que conocemos hoy, la sensibilidad de los perros a la oxitocina fue aumentando, según los investigadores.
Estos hallazgos ofrecen una idea de cómo la domesticación ha alterado los genes que influyen en las habilidades sociales de los perros. Ahora, los expertos caninos Brian Hare y Vanessa Woods dijeron que los rasgos de comportamiento de los perros están experimentando una tercera ola de domesticación.
Este proceso, estaría más centrado en adaptar las personalidades de los perros a nuestro mundo moderno, Woods y Hare creen que los humanos deberían asumir un papel activo para facilitar este proceso.
“Para la felicidad de los perros y sus dueños, los humanos necesitan criar y entrenar más perros como animales de servicio, embarcándose en una nueva ola de domesticación de perros para ayudarlos a adaptarse al nuevo mundo que hemos creado”, escribieron.
Esta fascinante conexión hormonal podría explicar por qué nuestros amigos peludos son tan afectuosos y deseosos de estar cerca de nosotros. Es una muestra más de cómo el amor y la lealtad se han entrelazado.