Hace 56 años, durante el movimiento del 68, la maestra comenzó a oponerse al régimen priista al defender las causas estudiantiles.
Hace 56 años, la maestra Ifigenia Martínez, quien forma parte de Morena y es presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados que el 1 de octubre de 2024 entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México, era directora de la Escuela de Economía de la UNAM. En ese tiempo, militaba en el PRI y era conocida como Ifigenia Navarrete, por el apellido de su esposo, Alfredo Navarrete Moreno.
En 1968, la maestra Ifigenia, quien falleció ayer, fue parte de la Coalición de Profesores de Educación Media y Superior Pro Libertades Democráticas, un grupo que defendió a la UNAM y se enfrentó al gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz durante el movimiento estudiantil.
Junto a Martínez, se encontraban profesores destacados como Heberto Castillo, Luis Villoro y Eli de Gortari. Hace 56 años, Ifigenia Martínez comenzó su carrera de oposición al régimen priista. Fue discreta hasta que 18 años después de la matanza de Tlatelolco, su activismo cobró mayor relevancia.
En 1986, junto con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo —quienes no formaron parte del movimiento estudiantil—, fundaron la Corriente Democrática del PRI, un grupo que finalmente fragmentó al hegemónico Partido de la Revolución Mexicana, del cual Martínez fue diputada entre 1976 y 1979.
Como resultado de la elección presidencial de 1988, en la que se le otorgó la victoria a Carlos Salinas de Gortari sobre Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Ifigenia Martínez se convirtió en una de las primeras senadoras de oposición del frente opositor al PRI, que luego se transformó en el Partido de la Revolución Democrática (PRD). Fue la primera senadora de la República elegida por el Distrito Federal (actualmente Ciudad de México) de un partido distinto al PRI en la LIV legislatura.
Hace 56 años, la maestra Ifigenia Martínez —quien pertenecía a Morena y era presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados que el 1 de octubre de 2024 entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México— era directora de la Escuela de Economía de la UNAM, militaba en el PRI y era conocida como Ifigenia Navarrete, por el apellido de su esposo, Alfredo Navarrete Moreno.
En 1968, Ifigenia Martínez —quien falleció ayer a los 94 años— fue una de las integrantes de la Coalición de Profesores de Educación Media y Superior Pro Libertades Democráticas, que defendieron a la UNAM y se enfrentaron al gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz durante el movimiento estudiantil.
Junto a ella, se encontraban destacados profesores como Heberto Castillo, Luis Villoro y Eli de Gortari. Fue en ese contexto que Ifigenia Martínez comenzó su carrera de oposición al régimen priista. Su activismo fue discreto hasta que, 18 años después de la matanza de Tlatelolco, su papel se intensificó.
En 1986, junto con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Porfirio Muñoz Ledo —quienes no participaron en el movimiento estudiantil—, fundó la Corriente Democrática del PRI, que eventualmente fragmentó al hegemónico Partido de la Revolución Mexicana, del cual fue diputada entre 1976 y 1979.
Ifigenia Martínez y Hernández, nacida el 16 de junio de 1930 en la Ciudad de México, fue una figura clave en el desarrollo económico, político y social del país. Durante sus 94 años de vida, dejó un legado extraordinario en la academia, la política y la lucha por la justicia social. Como economista, académica, legisladora y diplomática, Martínez fue una de las mujeres pioneras en diversos aspectos de la vida pública en México, dejando una marca duradera en varias generaciones.
Martínez se destacó desde el comienzo de su carrera al convertirse en la primera mujer mexicana en obtener una maestría y un doctorado en Economía en la prestigiosa Universidad de Harvard, un logro que marcó un hito en la educación superior para las mujeres en México. Antes de ello, había cursado la licenciatura en Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo que le permitió consolidar una sólida formación académica.
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Su labor intelectual la llevó a cofundar en 1950 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), una institución clave en la formulación de políticas económicas para la región. Durante esa misma década, también se desempeñó como profesora de Finanzas Públicas en la Facultad de Economía de la UNAM, catedrática en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) e investigadora en el Instituto de Investigaciones Económicas de la misma universidad.
Entre sus publicaciones más notables se encuentran La distribución del ingreso y el desarrollo económico de México, Política fiscal de México, Bases para la planeación económica y social de México, Sobrepoblación y desarrollo económico y Los incentivos fiscales en el desarrollo industrial de México. Estos textos tuvieron un profundo impacto en el pensamiento económico de la época, abordando temas cruciales como la desigualdad, el desarrollo industrial y la política fiscal, sentando así las bases teóricas para el desarrollo económico del país.
Su compromiso con la educación y la justicia social iba más allá del ámbito académico. Durante el Movimiento Estudiantil de 1968, Martínez se destacó como defensora de la autonomía universitaria y condenó la intervención del ejército en la UNAM. Como consecuencia de su postura en contra de las políticas represivas del gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, fue detenida por las autoridades y encarcelada en una prisión de la Ciudad de México.
A pesar de estos desafíos, Martínez nunca dejó de luchar por la justicia. Su valentía fue reconocida, y en 1966 fue nombrada “Mujer del Año” en México. Más tarde, ocupó roles importantes en el gobierno, como asesora de Jaime Torres Bodet, quien era el Secretario de Educación Pública en ese momento, y en 1967 fue nombrada directora de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM.
En el contexto del movimiento estudiantil de 1968, el periódico Excélsior publicó una nota en su primera plana con las opiniones de tres figuras del ámbito universitario. El título de la información fue “El descuido a la juventud, por parte de los maestros, ha contribuido al conflicto.”
Entre los entrevistados se encontraba Ifigenia Martínez, quien fue mencionada en ese artículo como Ifigenia Navarrete. En la nota informativa, la maestra Ifigenia fue descrita como una joven respetada, que siempre vestía a la moda y estaba al tanto de las últimas corrientes del pensamiento humano. Ella comentó: “El rector Barros Sierra reunió a todos los directores de las diversas facultades de la UNAM antes de lanzar su mensaje a los estudiantes, el cual consideró oportuno y necesario.”
Ifigenia Martínez dejó en claro sus posiciones de congruencia al declarar: “Soy, desde luego, partidaria de las luchas cívicas y políticas, porque las universidades son los centros más sensibles y receptivos de los problemas contemporáneos”.
En otro momento del movimiento estudiantil, el Colegio de Profesores de la Escuela Nacional de Economía de la UNAM, encabezado por Ifigenia Martínez, emitió un desplegado en el que afirmaba que “la más importante condición para el triunfo del Movimiento es mantener y consolidar la unidad de profesores y alumnos de todas las instituciones de educación media y superior.”
En el ámbito político, Ifigenia Martínez se destacó no solo por su trayectoria académica, sino también por su capacidad para abrir espacios a la participación de mujeres en altos niveles de decisión política. Fue diputada federal en tres ocasiones y senadora en dos, ocupando roles importantes dentro de las comisiones legislativas relacionadas con economía y presupuesto.
Su vida pública estuvo marcada por momentos históricos. En 1988, fue una de las fundadoras del Frente Democrático Nacional (FDN), un movimiento que se convirtió en la base de la oposición democrática en México. Este frente impulsó la campaña presidencial de Cuauhtémoc Cárdenas, marcando un hito en la historia política del país. Al año siguiente, en 1989, cofundó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) junto a figuras como Porfirio Muñoz Ledo y el propio Cárdenas, con el objetivo de fortalecer la democracia y promover la justicia social.
Más adelante, cuando Andrés Manuel López Obrador decidió dejar el PRD para fundar Morena, Ifigenia optó por seguir sus pasos, convencida de la necesidad de continuar la lucha por un México más justo y equitativo. Su compromiso con los valores de izquierda y la justicia social fue una constante a lo largo de su vida.
A lo largo de su vida, Ifigenia Martínez recibió numerosos reconocimientos por sus contribuciones a la política y la economía en México. En 2021, el Senado de la República le otorgó la Medalla Belisario Domínguez, la distinción más alta que concede este cuerpo legislativo, en reconocimiento a su dedicación a la justicia social y su lucha por la equidad en el país. Este honor resaltó su papel como una de las figuras más importantes de la política mexicana, reconocida por su compromiso con los sectores más vulnerables y su constante defensa de los derechos de las mujeres y la justicia social.
En 2024, Ifigenia Martínez fue electa diputada federal del Congreso de la Unión. Un mes después, el 1 de octubre de ese mismo año, presidió la histórica ceremonia de transición presidencial, en la que entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, marcando su última aparición pública. Debido a su avanzada edad y delicado estado de salud, necesitó asistencia y oxígeno para levantarse y participar en la ceremonia, pero su compromiso y dedicación a la causa nunca flaquearon.