El político Manlio Fabio Beltrones reiteró que cualquier intento de modificar el Poder Judicial debe orientarse a robustecerlo y no a debilitarlo
El exsenador y exlíder del PRI, Manlio Fabio Beltrones, reafirmó públicamente su postura contra la controvertida reforma al Poder Judicial propuesta por el presidente López Obrador. A través de un mensaje compartido en sus redes sociales, Beltrones indicó que la reforma “no tiene el consenso que necesita una modificación de esa naturaleza” y dejó en claro que, tras revisar la minuta enviada al Senado, está convencido de que “esta no es la reforma que México necesita”.
El político, conocido por su defensa del fortalecimiento institucional, reiteró que cualquier intento de modificar el Poder Judicial debe orientarse a robustecerlo y no a debilitarlo. “Siempre he sostenido que hay que fortalecer a las instituciones, no debilitarlas”, expresó Beltrones, subrayando la importancia de una independencia judicial sólida en una democracia funcional.
Te puede interesar: Manlio Fabio Beltrones Rivera se registra como senador
La reforma, que ha generado un intenso debate en el ámbito político y social, busca introducir cambios significativos en la estructura y funciones del Poder Judicial, lo que ha desatado preocupaciones respecto a la posible erosión de su autonomía. Mientras que el gobierno sostiene que la reforma es necesaria para combatir la corrupción y hacer más eficiente la impartición de justicia, sus detractores temen que estas modificaciones puedan concentrar el poder en el Ejecutivo, debilitando el sistema de contrapesos.
Beltrones, conocido por su amplia trayectoria en la política mexicana, aseguró que asistirá a la sesión del Senado en la que se discutirá la reforma y que votará en contra. Con esta declaración, el exsenador se une a otras figuras políticas que han manifestado su oposición, advirtiendo sobre las implicaciones negativas que podría tener para el Estado de Derecho.
La postura de Beltrones añade peso al creciente bloque de legisladores y expertos que exigen un diálogo más profundo y un consenso amplio antes de proceder con cualquier modificación al Poder Judicial, argumentando que se requiere una reforma que verdaderamente fortalezca las instituciones y garantice la imparcialidad en la impartición de justicia en México.