A pocos minutos de su hogar, la hija descubrió el cuerpo de su madre, vomitado y yaciendo en el suelo junto a una enorme serpiente.
En Indonesia, una mujer de 74 años fue trágicamente devorada por una serpiente pitón de más de cuatro metros mientras hacía compras.
El incidente tuvo lugar el 14 de agosto en el distrito de Padang Lambe, en Palopo. La víctima salió de su casa para hacer algunas compras, pero no regresó, lo que llevó a su hija a salir a buscarla.
La búsqueda concluyó con una escena desgarradora. A pocos minutos de su casa, la hija halló el cuerpo de su madre, vomitado y tendido en el suelo junto a la enorme serpiente.
Según los informes médicos, la mujer murió por asfixia y su cuerpo mostraba múltiples mordeduras en la cabeza y las piernas. La serpiente, que intentó devorarla, terminó vomitando el cadáver.
El ataque causó gran conmoción en la comunidad local. Preocupados por la presencia de un depredador tan peligroso, los habitantes lograron capturar a la pitón y la mataron para prevenir futuros ataques.
Aunque poco comunes, estos incidentes no son desconocidos en Indonesia, donde serpientes de gran tamaño, como la pitón del sudeste asiático, son parte del ecosistema.
Las autoridades han alertado a la población sobre el peligro que representan estas serpientes, especialmente en las zonas rurales.
Te podría interesar: Mujer apuñala a 5 personas en Alemania
Aunque la mayoría de las serpientes no representan una amenaza para los humanos, la pitón del sudeste asiático es una excepción, ya que en raras ocasiones incluye a las personas en su dieta. Aunque no son venenosas, su gran fuerza les permite asfixiar a sus presas antes de ingerirlas.
Las serpientes pitón, especialmente las especies más grandes como la pitón reticulada (Python reticulatus), han sido responsables de varios ataques fatales a humanos. Estos incidentes, aunque poco frecuentes, destacan la impresionante capacidad de estas serpientes para devorar presas de gran tamaño.
Un caso notable ocurrió en marzo de 2017 en la isla de Sulawesi, Indonesia, cuando un agricultor de 25 años, Akbar Salubiro, fue devorado por una pitón reticulada de 7 metros. Tras su desaparición mientras trabajaba en una plantación de palma aceitera, los vecinos encontraron a la serpiente con un abultamiento en su estómago, que resultó ser el cuerpo del joven, hallado intacto dentro del reptil. Este caso, ampliamente documentado por medios internacionales, subraya el peligro que representan estas serpientes en regiones donde coexisten con los humanos.
Otro incidente notable ocurrió en junio de 2018 en Indonesia, cuando Wa Tiba, una mujer de 54 años, fue devorada por una pitón reticulada de 7 metros en la isla de Muna. Wa Tiba había salido a revisar su jardín y no regresó, lo que llevó a su familia a alertar a la comunidad y comenzar una búsqueda. Finalmente, encontraron su cuerpo dentro del estómago de la pitón, que fue capturada y sacrificada.
La pitón reticulada, una de las serpientes más largas del mundo, puede superar los 10 metros. Aunque su dieta principal son mamíferos medianos como ciervos o jabalíes, en ocasiones raras atacan a humanos, especialmente en áreas rurales donde las personas y estos depredadores están en proximidad.
A pesar de no ser venenosas, estas serpientes usan una técnica letal de constricción para inmovilizar y asfixiar a sus presas antes de ingerirlas enteras. Los ataques de pitones a humanos son más frecuentes en regiones del sudeste asiático, donde estas serpientes son nativas y coexisten con comunidades rurales. Aunque las probabilidades de un ataque son bajas, los expertos recomiendan mantener una distancia segura de estos animales y tomar precauciones, especialmente en áreas donde se ha registrado su presencia.
Estos casos destacan la importancia de convivir de manera segura con la fauna local y tomar medidas para evitar encuentros peligrosos con estos depredadores naturales.