El gobierno de Israel anunció la muerte de 3 combatientes de Hamás en Cisjordania; las FDI han confiscado y destruido explosivos, metralletas y armas antitanque
Desde el martes pasado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están realizando una operación militar de gran envergadura en el norte de Samaria, llamada Operación “Campamento de Verano”. Esta acción bélica busca neutralizar varios focos de terrorismo y ataques en Samaria, en el norte de Cisjordania, y en el Valle del Jordán, abarcando ciudades como Yenín, Tulkarem, y Nablus, así como las regiones de Nur Shams, Al-Far’a y Tubas.
El viernes, Israel anunció la muerte de tres combatientes de Hamás en Cisjordania, elevando a 19 el número de palestinos fallecidos en tres días de operaciones militares en este territorio. Hamás y la Yihad Islámica han informado que al menos 13 de los fallecidos eran combatientes de sus brazos armados.
Durante meses, se han registrado infiltraciones en territorio israelí, caracterizadas por ataques con cuchillos y armas de fuego. Se habían planificado incursiones a gran escala en viviendas judías en la región, al estilo de la ofensiva del 7 de octubre. Durante las redadas, las FDI han confiscado y destruido explosivos, metralletas y armas antitanque. La operación también ha implicado el uso de maquinaria pesada para desactivar explosivos colocados por militantes en las calles, destinados a atacar vehículos del ejército. Además, se han ocupado hospitales, donde varios miembros de Hamás se han refugiado, al igual que en Gaza.
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La operación se lleva a cabo en paralelo a la guerra contra Hamás en Gaza, desatada por el ataque del movimiento islamista palestino el 7 de octubre en el sur de Israel. Militantes de Gaza lanzaron un ataque con la expectativa de que sus aliados en Líbano y Cisjordania coordinarían una ofensiva total sobre el territorio israelí, con el objetivo no solo de atacar, sino de ocupar territorio. Esta convicción llevó a los atacantes a instalarse en varios kibutz israelíes, seguros de que no serían desalojados.
Imágenes provenientes de Gaza mostraron a la población celebrando la captura de secuestrados, tanto vivos como muertos. En medio de una euforia desbordante, las multitudes expresaban su gratitud, convencidas de haber logrado una gran victoria. Sin embargo, los atacantes no anticiparon la contundente contraofensiva de Israel, que tomó por sorpresa a los militantes que esperaban una invasión sin resistencia. Desde entonces, los líderes en Gaza han solicitado el apoyo de sus aliados en Irán, Líbano, Jordania, Siria, Judea y Samaria, aunque la firme respuesta israelí ha disuadido cualquier intervención significativa.
Esta semana, soldados israelíes encontraron a Kaid Farhan Alkadi, un beduino de 52 años, en uno de los túneles subterráneos de Hamás en la Franja de Gaza. Alkadi, miembro de la comunidad de 250 mil beduinos que viven en el Neguev, al sur de Israel, fue contactado por el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Isaac Herzog. Alkadi les instó a “hacer todo lo posible para traer a la gente a casa. Trabajen sin descanso y no se detengan hasta que sean devueltos”. Además, le expresó al presidente Herzog: “La gente está sufriendo mucho; no puedes imaginarte”.