El Semáforo Delictivo reportó durante el primer semestre de 2017 un total de 12 mil 155 homicidios, lo que significa un 30 por ciento más que durante el mismo periodo de 2016.
Los estados con mayor tasa de homicidios son Colima, Guerrero, Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Chihuahua, aunque en 30 de las entidades se registra un incremento en este delito, las bajas se registraron en el Estado de México y Coahuila, que estaban en periodo electoral.
La cifra de homicidios es la más elevada en la administración del presidente Enrique Peña Nieto y la peor con respecto al primer semestre de 2011 en el sexenio de Felipe Calderón, que fue considerado el peor año en materia de seguridad.
De acuerdo con el director de la organización, Santiago Roel, de continuar con la tendencia para finales de 2017, se contabilizarán 24 mil homicidios donde 16 mil de estas serán ejecuciones.
El informe detalla que el 72 por ciento de los homicidios están vinculados a la delincuencia organizada.
Roel también indicó que la implementación del Plan Mérida desde 2008 es el origen del incremento de la violencia de alto impacto en México, así como el incremento en la corrupción.
El plan de la Agencia de Combate a las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) se basa en la persecución de los capos y derivó en la atomización de los cárteles del narcotráfico.
El director propone como medida de control de la violencia vinculada al narcotráfico, la regulación de las drogas, “el mercado ya existe, sería quitarle el negocio a las mafias y a narco políticos”, recalcó Roel.