En Instagram fueron difundidas fotografías que muestran a una turista besando y frotándose contra una estatua de tamaño natural de Baco, el dios romano del vino
El comportamiento de una turista en Florencia, Italia, causó indignación en las redes sociales; algunos usuarios incluso solicitaron que se le prohíba regresar a la ciudad.
Ser un turista responsable es una forma de viajar que busca minimizar el impacto negativo del turismo en el medio ambiente, la cultura y las comunidades locales, promoviendo a la vez beneficios positivos para los destinos visitados.
También implica ser consciente de cómo las acciones de los visitantes afectan al entorno y a las personas en los lugares, y hacer un esfuerzo activo por minimizar el impacto negativo y maximizar el positivo.
Sin embargo, nunca faltan las personas que, al momento de viajar a otro país y visitar nuevas ciudades, su comportamiento no sea el mejor llegando incluso a faltar el respeto a las personas locales y a la cultura del lugar.
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Recientemente una turista en Florencia, Italia, fue sorprendida en una situación controvertida que ha generado indignación, críticas y solicitudes para que se le prohíba la entrada a la ciudad, luego de que, en imágenes compartidas en redes sociales, se observa a la mujer, vestida con pantalones cortos de mezclilla y una camiseta negra, imitando actos sexuales con una estatua antigua.
Las fotografías y videos difundidas en la cuenta de Instagram @welcome_to_florence, muestran a la turista besando y frotándose contra una estatua de tamaño natural de Baco, el dios romano del vino y el exceso. Este comportamiento inapropiado ha causado un revuelo en las redes sociales y entre los residentes locales, que consideran la acción una falta de respeto hacia el patrimonio cultural de la ciudad.
Las fotos sin fecha rápidamente provocaron indignación y cientos de comentaristas en redes sociales, en donde denunciaron la aparente falta de respeto de la mujer hacia el lugar.
Al respecto, Patrizia Asproni, presidenta de la asociación de patrimonio Confcultura, pidió “controles estrictos, multas altísimas y tolerancia cero” para los visitantes que se comporten de forma irrespetuosa a la cultura de la ciudad.
Las “repetidas demostraciones de grosería y barbarie” se deben “a que cada uno se siente con derecho a hacer lo que quiera con impunidad”, afirmó Asproni.
En caso de que la turista sea identificada, podría enfrentar multas e incluso una prohibición de entrada a la ciudad de por vida como castigo, dijeron autoridades.
La estatua en cuestión se encuentra en una esquina cerca del Ponte Vecchio. Es una copia de la obra del siglo XVI del escultor Giambologna, y el original se conserva en el cercano museo del Bargello, según informó la BBC.
“Los turistas son bienvenidos aquí, pero deben respetar nuestras obras de arte, ya sean originales o réplicas”, dijo Antonella Rinaldi, superintendente de arqueología y bellas artes de Florencia.
Florencia no es la única ciudad italiana que lucha por mantener bajo control a los ruidosos turistas, en junio, un turista kazajo fue detenido por grabar su nombre en una pared de la antigua ciudad de Pompeya.