Frente a la difícil situación económica, los habitantes de Veracruz han recurrido a vender diversos artículos en pequeños tianguis para complementar el gasto familiar.
Bazares al rescate: Veracruzanos aumentan sus ingresos en medio de la dificultad económica. La economía veracruzana ha llevado a muchas personas a dedicarse al comercio informal, realizar trabajos domésticos o emprender proyectos como la venta de productos artesanales que se ofrecen en bazares organizados.
Aunque el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha reportado una reducción en el índice de pobreza laboral en Veracruz por primera vez en cuatro años, la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo señala que la precariedad persiste. Cuatro de cada diez veracruzanos tienen ingresos de apenas un salario mínimo, insuficiente para cubrir sus necesidades.
Magali trabaja en una dependencia administrativa de 8 a 3 de la tarde, de lunes a viernes, y gana dos mil 300 pesos quincenales, apenas suficiente para parte de sus gastos. Para complementarlo, trabaja como empleada doméstica de 4 a 8 de la noche, con un salario de mil 400 pesos semanales. Con lo que Magali y su esposo, trabajador de la construcción, ganan, mantienen a sus dos hijos pequeños.
Te puede interesar: Rescate de migrantes desata caos y confrontación en Tierra Blanca
Magali comenta que en las oficinas públicas es común que los trabajadores tengan un comercio informal. Aunque los mandos medios y superiores han intentado suprimirlo, no han podido eliminarlo del todo debido a los motivos que llevan a los empleados a vender alimentos y otros productos para satisfacer el hambre o la ansiedad.