El ataque ocurrió durante el debate sobre una ley que permitiría la caza de perros salvajes, responsables de varios ataques mortales a la fauna silvestre y a humanos.
Las autoridades locales informaron este lunes que un ataque perpetrado por tres perros “salvajes” resultó en la muerte de 21 ciervos y dos pavos reales dentro de un zoológico municipal en el centro de Chile.
Los animales fueron atacados el domingo dentro de sus jaulas por “perros salvajes”, cuyo origen “se está determinando en la investigación”, declaró Valeria Melipillán, alcaldesa de Quilpué, a 130 km de Santiago.
Durante la madrugada, los perros habrían escarbado la tierra para llegar a las jaulas de los animales y provocaron su muerte.
El zoológico de Quilpué, ubicado en la región de Valparaíso, abarca una extensión de cuatro hectáreas y alberga un total de 549 animales.
El incidente ocurrió en medio de las discusiones en Chile sobre una ley para autorizar la caza de perros asilvestrados, los cuales han sido responsables de varios ataques mortales a la fauna silvestre y a humanos en los últimos años.
El rechazo por una abrumadora mayoría en abril, en su primer trámite en la Cámara de Diputados, de un proyecto que permitía la caza de todo perro que hubiera nacido o regresado a su estado salvaje, “viviendo sin supervisión o control directo de seres humanos”, fue una iniciativa defendida por varios activistas medioambientales. Estos denuncian las graves consecuencias para la fauna nativa que producen estos ejemplares.
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El lamentable incidente en el zoológico de Quilpué destaca un creciente problema ambiental y de manejo animal en Chile y en otras partes del mundo: el impacto de los perros asilvestrados en la fauna local. Al volver a un estado salvaje y formar manadas, estos perros pueden convertirse en depredadores muy eficaces y peligrosos para otras especies, especialmente en áreas donde la fauna silvestre es vulnerable y los hábitats están fragmentados o cercanos a zonas urbanas.
El ataque en Quilpué, que resultó en la muerte de 21 ciervos y dos pavos reales, subraya la gravedad del problema. La alcaldesa Valeria Melipillán mencionó que los perros lograron acceder a las jaulas escarbando la tierra, lo que resalta una posible falta de medidas de seguridad adecuadas en el zoológico para prevenir tales incidentes.
Este suceso ocurre en un contexto donde ya se discute en Chile una legislación controversial sobre la gestión de perros asilvestrados. La propuesta rechazada buscaba permitir la caza de perros que hayan retornado a un estado salvaje y que vivan sin supervisión humana. Los defensores de esta medida argumentan que es necesaria para proteger la fauna nativa y garantizar la seguridad de las personas, mientras que los opositores consideran que las medidas propuestas son inhumanas y que deberían buscarse alternativas más éticas para controlar y manejar a estos animales.
El debate sobre cómo manejar la población de perros asilvestrados es complejo e involucra consideraciones éticas, ambientales y sociales. La tragedia en el zoológico de Quilpué probablemente intensificará este debate, presionando a las autoridades y a la sociedad para encontrar soluciones que equilibren el bienestar animal con la protección de la fauna silvestre y la seguridad pública.
Gracias por proporcionar el contexto adicional sobre los perros asilvestrados en Chile. Es evidente que el problema ha crecido en los últimos años debido a una serie de factores, incluyendo el abandono de mascotas y la falta de políticas efectivas de control y manejo de la población canina. Estos perros representan una amenaza para la fauna nativa y, en algunos casos, para los humanos, lo que destaca la importancia de revisar y fortalecer las leyes y normativas ambientales existentes para abordar este desafío.
El incidente en el zoológico de Quilpué resalta la necesidad de mejorar la infraestructura y los protocolos de seguridad en estos lugares para prevenir intrusiones de animales externos, como perros asilvestrados. Además, el debate sobre la caza de estos perros refleja una tensión entre la protección de la fauna nativa y los derechos de los animales. Es crucial considerar alternativas a la caza, como programas de esterilización, educación sobre tenencia responsable de mascotas y la creación de santuarios para perros asilvestrados, como parte de una solución integral y ética para abordar este problema.