La prohibición estará en vigor hasta 2027; el Gobierno buscará alternativas laborales para los trabajadores que dependen directa o indirectamente de la tauromaquia.
El Congreso de Colombia aprobó este martes la prohibición de las corridas de toros y otros espectáculos que implican maltrato animal a partir de 2027. Esta decisión, considerada histórica, afecta a uno de los países con mayor tradición taurina en América. Con 93 votos a favor y 2 en contra, la Cámara Baja respaldó el texto, que solo requiere la firma del presidente Gustavo Petro, conocido por su postura antitaurina, para convertirse en ley.
Hasta que la prohibición entre en vigor en tres años, el Gobierno buscará alternativas laborales para los trabajadores que dependen directa o indirectamente de la tauromaquia.
Petro celebró la aprobación en su cuenta de X, escribiendo: “Felicitaciones a quienes por fin lograron que no sea un espectáculo la muerte”.
El texto aprobado también abarca otros espectáculos similares a las corridas que se realizan con becerros y vaquillas. La autorización o prohibición de estas actividades depende de los gobiernos locales, según una sentencia de 2018 de la Corte Constitucional, que delegó en el Congreso la posibilidad de imponer restricciones.
Bogotá y Medellín, las dos principales ciudades de Colombia, prohibieron las corridas desde 2020, mientras que en Cali (suroeste) y Manizales (centro-oeste) siguen permitidas porque son actos centrales de sus festividades. Colombia se suma así a la lista de países en la región.
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La prohibición de las corridas ha sido en los últimos años un enfrentamiento entre congresistas ambientalistas y sus opositores, principalmente de partidos de derecha, acusados de responder a intereses particulares de los organizadores de estos eventos. En 2020, un proyecto similar estuvo cerca de ser aprobado, pero finalmente fue archivado.
Los congresistas a favor de la prohibición argumentaban que las corridas, una de las herencias culturales más controvertidas de la colonización española, “son contrarias a otros derechos de rango constitucional, como el medio ambiente sano, la dignidad humana y el reconocimiento de los animales como seres sintientes y sujetos de protección especial frente al maltrato y la violencia”.
También sostenían que la “naturalización de la violencia contra los animales” es una consecuencia del conflicto armado que Colombia ha vivido durante 60 años, por lo que este tipo de “espectáculos circenses” deben ser eliminados de raíz.
“El 85% de los colombianos están en contra de las corridas de toros”, afirmaba Alejandro García, representante del Partido Verde y uno de los autores del texto, citando una encuesta independiente publicada recientemente.
El debate previo a la votación en el Congreso incluyó las opiniones de dirigentes locales, alcaldes, representantes ganaderos, trabajadores de las ferias taurinas y diversos grupos activistas por la defensa de los animales. Actualmente, siete países en el mundo todavía celebran ferias taurinas: Ecuador, España, Francia, México, Perú, Portugal y Venezuela.