Estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Naucalpan, acompañados por padres de familia y algunos individuos con el rostro cubierto, ocuparon las instalaciones de la Universidad en Ciudad Universitaria de forma continua y sin plazo definido.
Estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Plantel Naucalpan, acompañados por padres de familia y algunos individuos con el rostro cubierto, ocuparon de manera indefinida las instalaciones de la Dirección General de los CCH en Ciudad Universitaria (CU) de la UNAM. Durante la ocupación, se pidió a los trabajadores administrativos y al personal de seguridad que abandonaran el lugar.
En su pliego petitorio, los estudiantes solicitan la expulsión inmediata de los grupos porriles, un aumento en el presupuesto destinado al área de servicios médicos para cada plantel, la provisión de servicios de ambulancia y una mayor seguridad para toda la comunidad estudiantil.
Al entrar, los manifestantes causaron daños en el edificio al vandalizarlo, rompiendo ventanas y haciendo grafitis.
Demandaron ser recibidos por las autoridades universitarias para iniciar un diálogo sobre los eventos ocurridos el pasado 8 de mayo del presente año, cuando un estudiante de la Facultad de Estudios Superiores (FES) de Acatlán perdió la vida.
Como parte de sus acciones, llevaron a cabo una marcha desde el Monumento a Álvaro Obregón en la zona de San Ángel, sobre Avenida de los Insurgentes Sur, y al llegar a Rectoría, jóvenes con el rostro cubierto realizaron grafitis y causaron daños al mobiliario de la máxima casa de estudios.
Forzaron los candados y las cadenas que aseguraban el acceso a las oficinas generales de los Colegios de Ciencias y Humanidades.
Varios de los encapuchados colocaron nuevas cadenas en la puerta principal para asegurarla y evitar la entrada de personas no autorizadas, mientras que otros empezaron a arrojar piedras hacia los medios de comunicación presentes.
Hasta ahora, las autoridades universitarias siguen dispuestas a dialogar para encontrar una solución favorable al problema que afecta a la comunidad estudiantil.
El personal de seguridad de la UNAM permanece en la zona en caso de cualquier eventualidad, manteniendo cerrada la lateral de Insurgentes hacia la calle de Joaquín Gallo.