El descontento de los vecinos hacia los migrantes surge de la instalación de casas de campaña frente a sus puertas, los fuertes olores a excremento y orina, y el ruido a altas horas de la noche, lo que ha generado fricciones y amenazas.
La colonia Miguel Hidalgo, en la alcaldía Tláhuac, ha sido conocida durante más de un año como “la pequeña Haití” debido a que cientos de migrantes de esta nacionalidad se han establecido en esta área.
Ya sea viviendo en casas de campaña en las calles o alquilando departamentos, los migrantes haitianos se han integrado a la comunidad de la alcaldía. Su deseo de progresar y su rápido aprendizaje del español les ha permitido encontrar empleo en negocios establecidos y en el comercio ambulante.
Para Petra Flores, vecina de la Unidad Villas de los Trabajadores del Gobierno Tláhuac, ubicada frente al Hospital del ISSSTE, algunos migrantes haitianos ya alquilan casas a altos costos, que pagan para vivir bien. Sin embargo, los vecinos no los ven con buenos ojos.
Sin embargo, a 10 kilómetros de distancia, en la cerrada de Lerdo en el Pueblo de San Pablo, en la alcaldía Iztapalapa, la situación es diferente. Con la apertura del Albergue Casa del Migrante Arcángel Rafael, que ha sido desbordado por la llegada de cientos de migrantes de Venezuela, Guatemala y Honduras, ha surgido una problemática social en la zona.
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El descontento de los vecinos hacia los migrantes se debe a la instalación de casas de campaña frente a sus puertas, los fuertes olores a excremento y orina, y el ruido a altas horas de la noche. Esto ha generado fricciones y amenazas.
Tal es el caso de Roselia Peralta Pérez, vecina de la cerrada de Lerdo, donde se encuentra el albergue de migrantes. El roce diario con los visitantes extranjeros que duermen en la calle se vuelve cada vez más insoportable.
La convivencia diaria entre vecinos y migrantes en esta parte de la alcaldía Iztapalapa pende de un hilo. Ya existe una advertencia entre ambos grupos sociales, y las autoridades de los tres niveles de gobierno están al tanto de una posible ola de violencia.