Están en la búsqueda de los propietarios de siete perros de diversas razas que fueron rescatados y recibieron cuidados médicos luego del incidente en la alcaldía Tlalpan debido a una explosión de gas ocurrida el martes pasado.
La Brigada de Vigilancia Animal (BVA) de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México está en la búsqueda de los propietarios de los siete perritos de diversas razas que fueron rescatados y recibieron atención médica luego del colapso en la alcaldía Tlalpan debido a una explosión de gas el martes pasado.
Mediante una tarjeta informativa, el agrupamiento recordó que luego de una explosión causada por la acumulación de gas en un edificio ubicado en la calle Toribio Alcaraz, los brigadistas utilizaron las técnicas y maniobras tácticas adecuadas para rescatar y asegurar a los perritos.
Los brigadistas trasladaron a los perritos a las instalaciones de la BVA en la alcaldía Xochimilco, donde los médicos veterinarios zootecnistas de la SSC los valoraron y atendieron. En ese lugar, diagnosticaron a un perrito macho de tamaño grande, de unos 10 años de edad, con pelaje negro y café, que presentaba blefaritis y conjuntivitis en ambos ojos. También proporcionaron atención médica a otro perrito macho de tamaño pequeño, de aproximadamente seis años de edad, con pelaje largo en blanco y negro.
Además, una hembra de tamaño pequeño y pelaje largo en color gris fue tratada por heridas cortantes en el hombro y miembro anterior derecho. Asimismo, otra hembra de tamaño mediano, también de color gris con patas blancas, recibió atención por quemaduras de primer grado en el rostro.
Por otro lado, se atendió a un perrito macho de tamaño grande, aproximadamente de ocho años de edad, con un pelaje claro de color café, que presentaba una fractura expuesta en el fémur izquierdo.
Además, dos perritas fueron diagnosticadas como clínicamente sanas: una hembra de unos cuatro años de edad, de color negro con blanco, y otra hembra de pelaje largo en tonos sal y pimienta. Esta última ya se ha reunido con su familia; su dueña la reclamó y, después de confirmar su propiedad mediante documentos, fue acompañada por un oficial de la BVA hasta su domicilio para asegurarse de que recibirá el cuidado y la alimentación adecuados en su hogar.