Una mujer residente en el este de China ha muerto después de abortar cuatro veces en sólo un año porque su marido quería que el bebé fuera varón.
La cultura tradicional del país asiático favorece el nacimiento de los varones por encima de las niñas y, aunque la sociedad avanza, la costumbre parece imponerse sobre la lógica, es así que surge una peculiar historia en la que una pareja empleó rayos X para conocer el sexo de su vástago –cosa que está prohibida por las autoridades–, lo que llevó a una mujer a abortar hasta en cuatro ocasiones en el lapso de un año, informa ‘South China Morning Post’.
Como consecuencia de las cuatro interrupciones de los embarazos, la mujer enfermó y falleció. Según el diario chino, que cita medios locales, la pareja decidió tener un segundo bebé luego de la reforma de la política de ‘hijo único’.
Al saber que el cuarto también sería niña, el marido se divorció de ella porque pretendía a toda costa tener un hijo varón y ahora pretende casarse con otra.
La política del hijo único, es una medida de control de la población establecida en zonas urbanas de China , vigente entre el año 1979 y finales del 2015, con el objetivo de establecer un control de la natalidad que redujera la sobrepoblación del país, que alberga la quinta parte de la población mundial.