Cuando Manisha Mohan estudiaba en la Universidad de la India, y a ella y sus compañeras se les pedía terminar su trabajo antes de las 18:30 horas para que llegaran a salvo a sus casas o, incluso, les pedían no trabajar o mantenerse encerradas después de ciertos horarios, comenzó a pensar en una forma de ayudar a prevenir y avisar sobre los ataques sexuales.
De esa manera, la hoy investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos, creó una calcomanía, que se adhiere a la ropa, que podría frenar ataques sexuales a mujeres y niños de todo el mundo.
Se trata de un sticker que se puede integrar a la ropa interior de las mujeres y niños, detecta el movimiento de la ropa que no corresponda al natural de una persona al quitársela; puede operar de dos formas: activa y pasiva.
Así funciona
El dispositivo detecta un movimiento inusual al quitar la ropa de una persona y envía un mensaje a su celular para confirmar si es un acto consensuado o no.
Si la persona no responde el mensaje en 30 segundos, el celular comienza a emitir un sonido fuerte, como una alarma; si en los siguientes 20 segundos no se responde, se envía un mensaje con la ubicación de la víctima a distintos contactos de confianza.
Además, una de estas personas de confianza recibe una llamada que es grabada y en la que se escucha todo el sonido de lo que esté sucediendo en el lugar de la agresión, con el fin de que esta información pueda utilizarse en algún procedimiento legal.
La forma activa puede ayudar a víctimas que están inconscientes o no pueden pelear con su agresor, por ejemplo niños, personas enfermas que se encuentren en cama, personas con discapacidad o si la víctima está intoxicada, ya sea con alcohol o alguna otra sustancia. La pasiva es cuando la persona está despierta y consciente y puede activar, con un pequeño botón, la alarma.
Con ambas opciones, se envían señales de alerta desde el lugar, se llama a contactos de confianza de las víctimas, además de grabar los sonidos del ataque.
Para realizar el diseño de la calcomanía, se consultó a personas que han sido víctimas de ataques sexuales; 338 participantes en línea, 67 voluntarios y 20 usuarios ayudaron a saber qué tan cómodo resulta utilizarla.
El dispositivo es pequeño y se adhiere a la ropa interior con un hidrogel que no deja manchas en la tela, así que puede quitarse y volver a pegarse sin problema.
La primera capa es un conductor que detecta el estiramiento de la prenda al ser removida, la segunda es una capa no conductora que previene cualquier cortocircuito que pueda tener el dispositivo, le sigue otra capa, también conductora de señales, y finaliza con un hidrogel, que es el que se adhiere a la prenda.