La agresión tuvo lugar durante una acción operativa en lo que se presume era una casa de seguridad.
En la mañana del 25 de marzo, residentes de Morelia, Michoacán, notificaron a las autoridades sobre la ocurrencia de un tiroteo en una propiedad ubicada en la colonia Industrial.
De acuerdo con los informes iniciales, personal de la unidad antisecuestros de la Fiscalía General del Estado (FGE) se dirigió a una vecindad en la calle Cromo para investigar lo que parecía ser una casa de seguridad utilizada por la delincuencia organizada.
Al notar la presencia de las autoridades, individuos armados dispararon contra los agentes, lo que desencadenó un enfrentamiento que resultó en al menos siete personas heridas, incluidos cuatro miembros de la Fiscalía.
“De manera preliminar, hay tres personas heridas que se encuentran bajo custodia y han sido trasladadas al hospital con escolta policial […] También hay tres compañeros policías que fueron llevados al hospital para recibir atención médica, y uno más que no necesitó traslado pero igualmente fue atendido”, explicó el comisario de Morelia, Pablo Alarcón, ante los medios de comunicación.
Ante el informe de los disparos, la Fiscalía desplegó un operativo para respaldar a los agentes implicados. Más tarde, a estas labores se unieron efectivos de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la Guardia Nacional y la Guardia Civil de Michoacán.
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La presencia de patrullas de la Policía de Morelia durante la inspección en la vivienda provocó que varios residentes se congregaran en las cercanías del lugar.
Sin embargo, cuando comenzaron los disparos, la gente se agachó y corrió hacia las calles adyacentes para resguardarse del tiroteo.
A través de las redes sociales, los medios locales difundieron imágenes del momento en que las fuerzas de seguridad detuvieron a los presuntos implicados en la agresión, aunque sus identidades se mantuvieron en reserva.
Hasta el mediodía de ese día, la corporación no había proporcionado detalles sobre las pruebas que llevaron a los agentes a inspeccionar la propiedad en cuestión, ni había confirmado si en el lugar se encontraron evidencias de actividades relacionadas con secuestros.
Después de que los presuntos agresores quedaron bajo custodia, las fuerzas de seguridad estatal mantuvieron el operativo en colaboración con el Ejército y la Guardia Nacional.