Por Hanna García Arredondo/Redacción
Esta semana, los políticos de Baja California han sido el centro de atención y conversación. En primer lugar, se volvió viral un Deep Fake que presentaba a la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda caracterizada como Madonna. Luego, el candidato respaldado por ella, Érik “El Terrible” Morales, enfrentó una denuncia por abuso sexual, y se rumorea que se avecinan más acusaciones en su contra. Morales se encuentra frente a una colosal barrera conceptual y social en el ámbito político; nadie le recordó que entrar al ring es menos complicado que adentrarse en un terreno minado, donde la confianza no puede depositarse ni en sus padrinos políticos ni mucho menos en sus enemigos.
Después de la acusación, el boxeador tijuanense que aspira a ser presidente municipal de Tijuana intentó defenderse publicando un video desafortunado. En este, lejos de establecer claramente su punto de defensa, se dedicó a proferir palabras sin sentido. Nos preguntamos dónde se encuentra el equipo de producción de la gobernadora cuando se necesita para asistir a “El Terrible” Morales. En las redes sociales y algunos medios, comenzaron a circular imágenes que lo señalaban como abusador sexual, incluso utilizando el sobrenombre despectivo de “Violín Morales”, haciendo alusión a “Violador” además de llamarlo títere. Según nuestra comprensión, esta situación lo coloca en una posición comprometida y momentáneamente fortalece la posición de Montserrat Caballero. Ella podría ampararse en este revés del Tribunal de Justicia Electoral de Baja California para buscar la reelección.
Morales argumenta que la demanda por acoso es parte de una guerra sucia generada desde las entrañas del PAN otras fuentes señalan que desde las oficinas de la presidencia de Tijuana surge la operación política. La verdad es que, a nivel internacional, su nombre ha vuelto a posicionarse y se ha convertido en material propicio para que tanto círculos feministas como asociaciones de mujeres entorpezcan la candidatura del deportista favorito de Baja California.
Por otro lado, la presidenta municipal de Tijuana, Montserrat Caballero, realizó una rueda de prensa que nos deja en incertidumbre sobre si fue por desesperación o ineptitud de sus asesores. En dicho evento, anunció que Tijuana estaba libre de deudas adquiridas y aprovechó la ocasión para tildar de corruptos a los gobiernos anteriores, y llamó mandatarios con capacidades diferentes a los titulares del gobierno del estado. Además, de manera velada, lanzó críticas hacia el expresidente municipal Jorge Ramos y Érik Morales, por haber malgastado más de 13 millones de pesos, por una idea genial de hacer canchas de futbol donde no era viable.
Minutos después de este anuncio, la sociedad comenzó a cuestionar la veracidad de la operación financiera, y salió a la luz que la deuda que Caballero declaró como saldada aún persistía, aunque se comprometió a pagarla en pequeños abonos como en Elektra. Este presunto logro de la presidenta municipal se disipó rápidamente, dejando su posicionamiento como un intento de realzar su candidatura frente a la sombra de un presunto abusador sexual.
Es responsabilidad de la sociedad tijuanense reflexionar sobre la consigna de “Vota Todo Morena en Tijuana”, ya que por un lado se presenta a un hombre de dudosa reputación y, por otro lado, a una funcionaria en el poder que no ha demostrado capacidad de liderazgo.