El gremio estima pérdidas de medio millón de pesos en cada asalto.
El sector gasolinero sufre pérdidas superiores a medio millón de pesos en cada robo de pipa cargada con combustibles en carreteras del país. Este delito se ha vuelto frecuente junto con el aumento de asaltos perpetrados por el crimen organizado.
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Entre las zonas con mayor índice delictivo para el robo de estos insumos se encuentra Hidalgo, Veracruz, Guerrero, Estado de México, San Luis Potosí, Tamaulipas, entre otras entidades.
En entrevista, Roberto Díaz de León, expresidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), aseguró que cada pipa transporta un promedio de 20 mil litros de combustible, producto con un valor de mercado cercano a los 500 mil pesos.
Explicó que contrario a lo que pueden hacer otros sectores comerciales o productivos para asegurar sus mercancías y reducir el impacto de la inseguridad, esta es una medida que los gasolineros no pueden tomar debido al incremento en los costos, lo cual haría inviable su negocio.
Esto significa que la pérdida del combustible es asumida en su totalidad por los permisionarios.
“El dueño de la molécula difícilmente la puede asegurar porque entonces el flete se vuelve viable, entonces es una pérdida para el dueño de la molécula, para la estación del servicio. La pérdida es de medio millón de pesos por pipa robada, más el equipo del transportista. El contenido vale medio millón de pesos en promedio”.
El representante empresarial dijo que el combustible que roban a los particulares también es vendido a plena vista en el mercado negro, y que muchos de los delincuentes han evolucionado en su “marketing”.
“Antes tenían mecheros, que era un bote de aluminio o un bote de lámina, le ponían estopa y lo prendían, y en la noche era un indicador de qué ahí se vendía combustible de manera informal e ilegal. Pero ahora tiene letreros de led”.
ZONAS INSEGURAS
Sobre el tema, Luis Enrique Villatoro, director de Seguridad e Inteligencia de la Cadena de Suministro de Overhaul, dijo que el robo de pipas se registra a nivel nacional, pero que es en Hidalgo, San Luis Potosí, Durango, Nuevo León, Estado de México, Puebla y Veracruz, las zonas donde más se concentra este delito debido a que es donde se concentra la demanda o donde se ordeñan los ductos.
En la zona de La Esperanza en Veracruz, se roban las pipas porque lo que hacen estos grupos delictivos es enterrarlos bajo tierra para poder resguardar el huachicol que roban (a Pemex). Ésta es una operación muy particular que está sucediendo en esa zona entre Veracruz y Puebla.
Para Alicia Zazueta Payán, nueva presidenta de la Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES), dijo que los operadores de pipas están muy expuestos, pues deben circular en carreteras inseguras con una carga de gran valor como lo son los combustibles, lo que los ha llevado a buscar rutas alternas y evitar las zonas con mayor inseguridad.
Aseguró que aun cuando muchas de las pipas están equipadas con GPS e incluso elementos de custodia, el robo en carreteras se ha detonado de manera importante.