Durante mucho tiempo, la carne de perro fue parte de la gastronomía surcoreana; sin embargo, en la actualidad, su consumo es considerado tabú entre la juventud urbana del país.
El martes, el Parlamento de Corea del Sur aprobó una ley que prohíbe la cría, matanza y venta de perros destinados al consumo de su carne, una práctica tradicional que muchos activistas consideraban vergonzosa para el país. La ley recibió 208 votos a favor y ninguno en contra en la Asamblea Nacional. Se implementará después de un período de tres años una vez que reciba la aprobación final del presidente Yoon Suk Yeol.
La cría, matanza y venta de carne de perro para consumo estará sujeta a penas de hasta tres años de prisión o multas de hasta 30 millones de wones (equivalente a unos 23 mil dólares o 384 mil 220 pesos mexicanos).
Durante mucho tiempo, la carne de perro fue un elemento común en la cocina surcoreana, con un consumo que alcanzó hasta un millón de perros al año. Sin embargo, este número ha disminuido drásticamente en consonancia con el aumento en la adopción de estos animales como mascotas. En la actualidad, el consumo de carne de perro es considerado tabú entre la juventud urbana de Corea del Sur, y los defensores de los derechos de los animales han intensificado sus esfuerzos para presionar al gobierno a prohibir esta práctica.
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El respaldo a esta medida por parte de la administración se vio reforzado con la presencia del presidente Yoon, un amante de los animales que ha adoptado varios perros y gatos callejeros junto a la primera dama Kim Keon Hee, quien ha expresado abiertamente su oposición al consumo de carne de perro.
Una encuesta reciente realizada por una organización de bienestar animal reveló que nueve de cada diez personas en Corea del Sur afirmaron que no planeaban consumir carne de perro en el futuro. Sin embargo, intentos anteriores de prohibir el comercio de carne de perro se encontraron con la oposición de los granjeros que criaban estos animales para consumo humano.
La nueva ley incluye disposiciones para compensar a estos negocios, permitiéndoles cambiar a otras actividades. Según datos gubernamentales, alrededor de mil 100 granjas crían cientos de miles de perros anualmente que luego son servidos en restaurantes del país. La carne de estos animales se considera una delicia durante el verano en Corea del Sur, ya que se cree que su carne roja y grasosa aumenta la energía y ayuda a tolerar el calor.