El abogado de Watts afirmó que en Ohio no hay ninguna ley que requiera que una madre que experimenta un aborto espontáneo tenga que enterrar o cremar los restos.
En un incidente impactante en Warren, Ohio, Brittany Watts, de 33 años, está siendo acusada de cargos graves por abuso de un cadáver tras experimentar un aborto espontáneo en su residencia. A pesar de la confirmación forense de la inviabilidad del feto y su fallecimiento en el útero, este caso resalta la disposición de los fiscales para presentar cargos contra mujeres cuyos embarazos llegan a su término, ya sea por aborto o aborto espontáneo.
La revocación el año pasado por parte de la Corte Suprema de la decisión de Roe v. Wade y del derecho federal al aborto ha llevado a la promulgación de leyes estatales en todo el país que imponen nuevas restricciones o prohibiciones al aborto.
Durante la audiencia preliminar el mes pasado, el fiscal Lewis Guarnieri expresó su preocupación, centrándose en el hecho de que el feto fue colocado en un inodoro lo suficientemente grande como para obstruirlo, y luego fue abandonado mientras Watts continuaba con sus actividades diarias.
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La ley de Ohio define el abuso de un cadáver de manera subjetiva, estableciendo que ninguna persona debe tratar un cadáver humano de una manera que cause afrenta a las sensibilidades familiares razonables. Este comportamiento se consideraría un delito menor de segundo grado.
El abogado de Watts destacó que en Ohio no existe ninguna ley que requiera que una madre que experimenta un aborto espontáneo tenga que enterrar o incinerar los restos. Este caso subraya la necesidad de claridad legal en situaciones delicadas como esta.