El día de ayer tuve el privilegio de presenciar uno de los largometrajes más impactantes jamás filmados. Después de leer con detenimiento las reseñas previas y considerar la formidable trinidad compuesta por Martin Scorsese, Robert De Niro y Leonardo DiCaprio, quedé fascinado por lo que experimenté en pantalla. Si bien estos tres titanes de la industria cinematográfica han colaborado en el pasado, pasaron más de dos décadas desde su última película conjunta, lo que hizo que este evento fuera aún más esperado.
A mi parecer, “Killers of the Flower Moon” ya se ha ganado un lugar en la historia del cine como uno de los trabajos más destacados de la cinematografía universal. Pero su importancia va más allá de los galardones; esta película es una maravilla de denuncia humanitaria que debe ser vista por todos los amantes del cine y más allá.
Detrás de la película se encuentra el libro de David Grann, “Killers of the Flower Moon: The Osage Murders and the Birth of the FBI,” que explora una serie de horribles asesinatos que involucraron a la Nación Indígena Osage de Oklahoma en la década de 1920, crímenes que hasta el día de hoy siguen sin resolverse por completo. El título del libro y de la película, “Killers of the Flower Moon,” hace referencia a un antiguo dicho Osage que habla de plantas altas que obstruyen la luz y el agua de las flores más pequeñas en primavera. Esta metáfora captura de manera impactante lo que sucedió en este trágico episodio de la historia de Estados Unidos.
Esta película no solo entretiene, sino que también educa y conmueve al espectador, dejando una profunda impresión que perdurará a lo largo del tiempo. Es un llamado a la reflexión y una obra que merece ser celebrada y compartida con el mundo. Desde su estreno, “Killers of the Flower Moon” se ha convertido en un éxito mundial, y estoy seguro de que su impacto perdurará en el tiempo.
Buena semana siempre
Carlos Mora Álvarez, especialista en comunicación política y relaciones públicas