El miércoles 25 de la semana pasada, Robert Card abrió fuego contra civiles en restaurantes de Lewistown. Tras el incidente, el sospechoso huyó del lugar.
El presunto autor de los tiroteos en el estado de Maine, Estados Unidos, que resultaron en la trágica muerte de 18 personas, fue hallado sin vida con una herida de bala autoinfligida, según informaron medios estadounidenses el viernes.
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El cadáver de Card fue hallado en un bosque cercano a la ciudad de Lisbon, junto a un centro de reciclaje del que había sido despedido recientemente, informó CNN citando a una fuente de las fuerzas del orden.
El pasado miércoles 25, Roberd Card, de 40 años, disparó contra ciudadanos en restaurantes de Lewistón, tiroteo que se convirtió en el más letal en la historia del estado. Tras el ataque el sospechoso se dio a la fuga.
Card permaneció desaparecido por dos días mientras la policía local y agentes federales del FBI lo buscaban por todo Maine. La noche de ayer incluso desplegaron un aparatoso operativo en la comunidad de Bowdoin.
Robert Card, un sargento de reserva del Ejército de la vecina ciudad de Bowdoin, ha sido descrito por las autoridades como un instructor de armas de fuego capacitado que se desempeñó como especialista en suministro de petróleo cuando estaba de servicio en la base de reserva militar en Saco, Maine.
Según el Ejército estadounidense, Card se alistó en 2002, pero nunca ha entrado en combate. Un boletín de las fuerzas de seguridad de Maine publicado el miércoles por la noche decía que Card “había informado recientemente de problemas de salud mental”, incluidas alucinaciones auditivas, y había hecho “amenazas de disparar contra la base de la Guardia Nacional en Saco”.
Agentes de la ley también dijeron que tiene antecedentes de enfermedad mental y que estuvo internado en un centro psiquiátrico durante dos semanas durante el verano boreal de 2023, después de lo cual fue liberado.
La noticia de la muerte del tirador de Lewiston se da luego de un arduo debate sobre el uso legal de armas en Estados Unidos. El presidente Joe Biden en sus primeras declaraciones sobre el caso criticó el uso de armas de asalto de alta capacidad.