Como sabemos, la astronomía estudia los cuerpos celestes del universo, incluyendo las estrellas, los planetas y los satélites. Si bien es cierto que, en un principio, la astronomía y la política no parecieran tener relación alguna, la realidad es que la primera ha influido en la segunda bastante más de lo que nos imaginamos. Existen registros milenarios de cómo algunos fenómenos astronómicos, como los eclipses o el paso de cometas, influían en la vida política, social y religiosa de antiguas civilizaciones.
Por ejemplo, el dictador romano Julio César, instauró el calendario juliano basado en la traslación de la Tierra alrededor del Sol, mismo que rigió la vida en occidente durante casi quince siglos hasta la llegada del calendario gregoriano que hoy conocemos y utilizamos. Fue tan estudioso del tema que incluso escribió un importante tratado de astronomía.
Muchas civilizaciones planeaban su actividad económica, e incluso las guerras, basadas en la observación de los astros. De ello es ejemplo el antiguo Egipto, donde la inundación anual del río Nilo se predecía por las estrellas, lo que determinaba el curso de la agronomía, el comercio y la política del reino. En España, el rey Carlos V utilizó los conocimientos astronómicos para planificar, ni más ni menos, que la conquista de América, tan cuestionada por cierto en nuestros días.
Incluso hasta nuestros días se ha extendido esta relación. Basta por ejemplo con hacer un recuento de la carrera espacial, en la que participan desde hace décadas las grandes potencias del mundo y que sigue vigente en la conquista de la Luna, de Marte y del espacio, y que por supuesto tiene importantes repercusiones políticas y económicas. En fin, casos sobran de cómo esta ciencia ha influido y se sigue relacionando con la vida de los pueblos.
Este sábado 14 de octubre fuimos testigos de un hecho astronómico único, y del que nos podemos sentir privilegiados de presenciar. Un eclipse solar anular tuvo lugar, y se pudo apreciar, al menos en parte, en casi todo el país. El eclipse solar se produce cuando la Luna pasa entre la Tierra y el Sol y, en este caso, se le llama además anular porque la Luna solo alcanza a cubrir parcialmente al Sol (a diferencia del eclipse total), dejando ver un aro de luz conocido como “anillo de fuego”.
¿Y qué tiene que ver este interesantísimo fenómeno con la vida política de nuestro país? Pues nada directamente, aunque, como es costumbre, todos se quisieron colgar para la foto (¿qué tal la imagen donde el aro solar forma la letra C de Claudia?). Pero más allá de esto, me pongo a pensar en la relación de los principales actores políticos del momento con los astros del cielo. ¿Quién sería el Sol y quién sería la Luna? ¿Quién sería la Tierra y quién giraría alrededor de quién?
Hoy que lo platiqué, alguien me dijo que, por supuesto, el Sol sería Andrés Manuel, porque para él y sus discípulos, es la luz que todo ilumina, lo que a todos guía, y alrededor de quien todo y todos giran. En ese mismo contexto, supongo, la tierra sería México. Y aquí es en donde está lo más interesante de esta analogía: ¿quién sería la Luna? ¿Claudia Sheinbaum? Pues no lo veo tan claro porque, la Luna influye considerablemente en la vida en la Tierra, ya que regula las mareas de los océanos, el clima, la temperatura y duración de los días y las noches; sin ella la vida en la tierra sería extremadamente difícil e incluso imposible. Y bueno, pues, sin Claudia, creo que podríamos sobrevivir.
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¿Y qué tal la posibilidad de que Sheinbaum eclipsara a Andrés Manuel? ¡Nunca! El sol mantendría a la luna tan cerca de sí, que esta jamás podría ensombrecer su infinita luz. Pero ni vayamos tan lejos, porque la luna nunca se atrevería a atravesarse entre la tierra y el sol; antes que ello preferiría que un veloz cometa se estrellara contra ella y ambos cuerpos se convirtieran en polvo cósmico.
En fin, no distraigamos nuestra atención de esta novela cómico-mágico-musical-astronómica que es el proceso electoral. Recuerden por ejemplo que, Plutón era, hasta hace unos años, un planeta más de nuestro sistema solar, pero un día alguien decidió que ya no merecía estar en la misma categoría y lo rebajaron a “planeta enano”. Algo así como lo que le pasó a algunos precandidatos apenas hace unas semanas. ¡Esto no deja de darnos sorpresas hasta el final!
Postdata. Se cumple ya una semana del estallido del conflicto entre Israel y el grupo paramilitar palestino Hamás, y nada se ve que vaya mejor. Al contrario, la crisis sigue escalando y las posiciones de uno y otro lado se van radicalizando. Conforme pasan los días vamos conociendo más datos que solo nos indican que lo que vemos es apenas la punta del iceberg.
Al día de hoy continúan los bombardeos, e incluso el viernes y sábado se registraron nuevas operaciones que reactivaron considerablemente la violencia en ambos frentes. Se cuentan ya 1,400 muertos en Israel y casi 2,500 en Palestina, además de un estimado de 1,000 desaparecidos. Mientras tanto el gobierno israelí ha pedido la evacuación de un millón de Palestinos del norte de la franja de Gaza, lo que hace pensar que una invasión por tierra o un bombardeo masivo podrían ser inminentes en algún momento.
A esto habrá que sumar la gravísima crisis humanitaria que se vive en territorio palestino, en donde la ONU ya ha declarado que la situación se encuentra “al borde del abismo”. La vida de miles de pacientes que son atendidos en hospitales corre grave peligro, ya que estos se quedarían sin energía en las próximas horas y los equipos médicos quedarían inutilizables. Recordemos que Israel cortó el suministro de energía eléctrica a Gaza, lo que además ha desencadenado una fuerte escasez de agua, alimentos y medicinas.
Finalmente hay una serie de consideraciones que complican el análisis y la toma de decisiones. Se tiene registro de al menos 150 rehenes en poder de Hamás, mismos que estarían en territorio palestino, mientras que los líderes del grupo estarían ya en otros países de la región. Esto hace pensar que un ataque por parte del ejército israelí solo cobraría la vida -al menos en su mayoría- de civiles inocentes que han quedado abandonados como carne de cañón. Por otro lado, se justificarían estas acciones con la intención de desmantelar la organización paramilitar y su infraestructura (como la famosa red de túneles que existe en la región).
Difícil sin duda la situación que se espera esta semana. Hay más de un millón de personas, cuyas vidas están en juego, pendiendo de un hilo, junto con la estabilidad de una región que históricamente sufre de una volatilidad siempre preocupante. Esperemos y oremos.
Abelardo Alvarado Alcántara.