Por Carlos Mora Álvarez
En el escenario político de la Ciudad de México, un grupo de aspirantes ha dado a conocer su intención de asumir el mando del Poder Ejecutivo local, dando continuidad a la gestión del proyecto nacional actual.
Aunque no tengo el gusto de conocer personalmente a ninguno de los cuatro candidatos que han manifestado su interés, como tijuanense que ha vivido en esta metrópoli en constante evolución durante las últimas dos décadas, me siento en la posición de expresar algunas reflexiones sobre el futuro de nuestra querida CDMX.
Los cuatro aspirantes que buscan liderar esta gran urbe representan una diversidad de ideas y trayectorias políticas. Aunque no he tenido el privilegio de cruzar palabra con las dos damas y los dos varones que buscan la máxima posición ejecutiva en la capital del país, es innegable que cada uno de ellos tiene una visión particular para el futuro de nuestra ciudad.
Mi amor por la Ciudad de México se remonta a tiempos en que aún se le conocía como Distrito Federal, y visité sus calles por primera vez hace más de medio siglo. Durante los últimos 23 años, he tenido el honor de trabajar y vivir en esta hermosa ciudad, experimentando de primera mano su transformación, su diversidad cultural y su potencial sin límites.
Lo que considero de suma importancia en este momento trascendental para nuestra metrópolis es que sea liderada por una nueva generación que abrace los postulados de la seguridad, el orden y la disciplina. Estos son valores fundamentales que deben prevalecer en la agenda de cualquier administración que desee impulsar el desarrollo y el bienestar de la ciudad y de sus habitantes.
En los próximos meses, los ciudadanos estaremos atentos a los debates y discusiones que marcarán el rumbo de nuestra querida CDMX. Será responsabilidad de los candidatos, así como de nosotros como ciudadanos, elegir a quien consideremos que cumple con los valores que ayudan a cimentar los pilares de un presente seguro.
Buena semana siempre…
Carlos Mora Álvarez, especialista en relaciones públicas y comunicación política