Aquellas personas que sean condenadas por cometer insultos de carácter homófobo podrían recibir una sentencia de entre dos y cinco años de privación de libertad.
La Corte Suprema de Brasil ha resuelto mayoritariamente que las ofensas de naturaleza homofóbica serán sancionadas con penas de cárcel, en un país que ha enfrentado graves problemas de violencia dirigida hacia la comunidad LGBT+. Esta decisión fue respaldada por 9 votos a favor y 1 en contra por parte de los jueces del tribunal supremo, en una votación en línea que concluyó el lunes por la noche.
Según Edson Fachin, quien presentó la sentencia ante el Supremo Tribunal Federal (STF) en Brasil, esta medida es un “requisito constitucional” esencial para evitar que las víctimas se queden “desprotegidas frente a los insultos”.
En el año 2019, el STF ya había catalogado la homofobia como un delito equiparable al racismo. Sin embargo, el delito no era plenamente reconocido cuando se trataba de ofensas dirigidas a una persona en particular, sino más bien cuando tenía como objetivo discriminar a la comunidad LGBT+ en su totalidad.
Te podría interesar: Max Verstappen: video de infracciones al volante despierta controversia
Dado que muchos casos de homofobia quedaban impunes, la Asociación Brasileña de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Travestis, Transexuales e Intersexuales (ABGLT) llevó el caso ante el tribunal máximo. En la actualidad, cualquier individuo que sea declarado culpable de proferir injurias homofóbicas se enfrenta a una sentencia de prisión que oscila entre dos y cinco años.
La diputada trans Erika Hilton, del partido de izquierda PSOL, celebró esta decisión como una “victoria contra la LGBTfobia” en la plataforma de redes sociales X (anteriormente conocida como Twitter). Un conjunto de organizaciones brasileñas, incluida la ABGLT, registró un total de 228 homicidios de personas LGBT+ en Brasil durante el año 2022.
De acuerdo con datos de la organización no gubernamental Transgender Europe, Brasil lidera en términos de asesinatos de personas trans en los últimos años, con 1,741 casos entre 2008 y septiembre de 2022, muy por encima de México (649) y Estados Unidos (375).