Luego de que Suecia permitiera una protesta donde podía quemarse un Corán, el primer ministro iraquí, decidió expulsar a la embajadora sueca de Bagdad
A través de un comunicado, el gobierno de Irak informó que ordenó la expulsión de la embajadora sueca de su territorio. Añadió que también decidió retirar su encargado de negocios iraquí de Estocolmo.
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La decisión se tomó tras los “repetidos” incidentes de “profanación del sagrado Corán” y el hecho de que el gobierno sueco autorizara “insultos a los santuarios islámicos y la quema de la bandera iraquí”, según la misma fuente.
Uno de los organizadores de la protesta en Estocolmo, Salwan Momika, un iraquí refugiado en Suecia, había anunciado en Facebook querer quemar un ejemplar del Corán y de la bandera iraquí.
Como protesta, la embajada de Suecia en Bagdad fue incendiada el jueves en la madrugada durante una manifestación organizada por seguidores del líder religioso Moqtada Sadr.
“Lo que ha ocurrido es totalmente inaceptable”, reaccionó el jefe de la diplomacia sueca, Tobias Billström.
En una reunión sobre seguridad presidida por el primer ministro sueco, los participantes “condenaron el incendio de la embajada”.
El gobierno iraquí denunció a su vez “gestos provocadores” que constituyen “una incitación a la cultura de la violencia y del odio”.
Salwan Momika ya había quemado algunas páginas de un ejemplar del Corán el 28 de junio ante la mayor mezquita de Estocolmo, coincidiendo con la festividad musulmana de Eid al-Adha.