Esta es mi conclusión del proceso electoral del domingo pasado.
A una inmensa mayoría de personas parece no importarles México.
La apatía y el conformismo se ha apoderado de la mitad de la población de nuestro país.
Con tan solo el 49% de participación electoral en el Estado de México y 56% en Coahuila, se eligieron gobernadores de esas entidades. Aunque haya un ganador, nadie gana. Un gobierno con menos del 25-30% del padrón electoral a su favor, es una estructura débil y definitivamente es un mal signo para la democracia mexicana.
Todas esas personas que decidieron, conscientemente, no ir a ejercer su derecho al voto, están dejando en manos de unos cuantos, una tarea que debemos hacer entre todos.
Especulo que el motivo es la gran decepción por los “resultados” de un gobierno mas bien mediocre ó una inmensa flojera ó desidia por involucrarse ó una mediocre oferta de candidatos ó simplemente ya no creen que su voto pueda influir en algo. Que equivocados.
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Tan baja participación en las votaciones, hecha por tierra lo que ya se ha comentado antes: ni Morena es una gran maquinaria electoral (apenas ganó en Edomex), ni la oposición tiene el arrastre para sacar a la gente a votar en masa. Pobre país. Sin democracia estaremos perdidos.
Pepe Avelar, publirrelacionista bajacaliforniano, especialista en comunicación política y empresarial.