Por pactar con pandillas criminales, el expresidente Mauricio Funes y el exministro de Seguridad David Munguía son condenados.
Por pactar una tregua con pandillas criminales durante su mandato, el expresidente de El Salvador Mauricio Funes y el exministro de Seguridad David Munguía, fueron condenados por un tribunal de su país.
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Funes, que gobernó El Salvador de 2009 a 2014, ha recibido una condena de 14 años, mientras que Munguía ha sido sentenciado a 18 años de prisión. Actualmente, Funes reside en Nicaragua, donde obtuvo la ciudadanía en 2019 y está protegido contra la extradición. Munguía, por su parte, fue detenido en El Salvador en 2020.
Acusaciones y respuesta a la condena
El Fiscal General salvadoreño, Rodolfo Delgado, ha expresado en Twitter que Funes y Munguía, a pesar de su obligación de proteger a los ciudadanos, negociaron con pandillas a cambio de favores electorales. Ambos fueron declarados culpables de formar parte de agrupaciones ilícitas e incumplimiento de deberes, con Munguía adicionalmente culpable de actos arbitrarios.
Munguía ha rechazado las acusaciones, calificándose a sí mismo como un “condenado político”. Según él, las acusaciones carecen de fundamento y son el resultado de su servicio como ministro de Justicia y Seguridad bajo la administración de Funes. Se espera que la defensa de Munguía apele la sentencia.
No se ha obtenido respuesta de Funes ni de sus representantes legales respecto a la condena.
Las negociaciones de 2012 y la respuesta gubernamental actual
Según la Fiscalía, en 2012, ambas exautoridades avalaron negociaciones entre las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18. El objetivo era reducir la tasa de homicidios en El Salvador a cambio de beneficios económicos y carcelarios.
En respuesta a la sentencia, el actual Ministro de Seguridad, Gustavo Villatoro, celebró las condenas. Aseguró en Twitter que el Gobierno ya no es débil y tiene la voluntad y la firmeza para impartir justicia.
El presidente actual, Nayib Bukele, también acusado de negociar con pandillas, ha declarado un estado de emergencia en el país desde hace más de un año, resultando en la detención de más de 68,000 supuestos pandilleros.
Las implicaciones de la condena y el panorama actual
Según informes, de estos detenidos, 5 mil fueron liberados al descubrirse que no tenían vínculos con las pandillas. Las pandillas, originarias de Estados Unidos, se han extendido en El Salvador en la década de 1990 y fueron declaradas “grupos terroristas” en 2015 por la Corte Suprema del país.
La condena de Funes y Munguía, dos exfuncionarios de alto rango, por su pacto de tregua con las pandillas, es un reflejo de la lucha continua de El Salvador contra la corrupción y la violencia pandillera. La nación espera que este veredicto sirva para prevenir futuras negociaciones con grupos criminales y fortalecer el estado de derecho en el país.
A pesar de los desafíos que persisten, El Salvador está decidido a enfrentar la violencia de las pandillas y a trabajar por un futuro más seguro y justo para sus ciudadanos.