Fusionó el quechua y español con el aspecto y la coreografía de un BTS
En Perú, un joven alto, delgado, y de sonrisa enorme, se ha vuelto viral en redes sociales luego de difundir su estilo en el que fusiona coreografías con notas electrónicas, bases musicales de la sierra de Perú y letras en quechua, llamándolo el “Q-pop”.
Lenin reconoce: “Tener una madre artista con tanta trayectoria fue para mí una academia. Si bien nunca me indujo a dedicarme a la música, siempre pude ver, a través de ella, que no era solo un oficio”. Para Lenin cantar sobre un escenario siempre fue cosa seria, una profesión. Le tenía tanto respeto a la palabra artista que no pudo aceptar que estaba en sus venas hasta ganar un concurso de canto en la Universidad San Marcos donde cursaba Psicología. “En ese momento, tomé la decisión de vivir con libertad”.
“Hice una propuesta musical que sumaba mis influencias de niño y joven, la música que escuchaba; la andina (de Perú) por parte de mi madre, y los nuevos géneros musicales que descubrí en secundaria como el k-pop, música de animes y pop americano”, contó Lenin al medio EFE.
La estética, la música y los bailes del artista unen los ritmos del interior de Perú con bailes típicos y trajes de festividades ancestrales, pero las coreografías, la puesta escena y los ritmos son claramente de influencia coreana. “Es una idea compartida por una nueva corriente de artistas que fusionan trap y hip-hop con el quechua y los sonidos tradicionales del interior del país”, detalló.
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Algo fundamental para el artista peruano es la posibilidad que le da el género de q-pop de crear coreografías y números impactantes a nivel visual para incorporar elementos como tradicionales danzantes de tijeras o antiguas máscaras de carnavales de pueblos de las montañas entre sonidos electrónicos.
Lenin fusionó algo increíble: cantó en quechua y español con el aspecto y la coreografía de un BTS. Usa instrumentos y la influencia de la música andina con un vestuario elaborado por él mismo. Se hizo tendencia en redes sociales y se convirtió en la estrella pop de las calles de Lima, especialmente de la alameda de 28 Julio, donde con solo colocar un pie pone a bailar a todos los visitantes que se congregan los fines de semana para grabar coreografías.