Los muertos eran miembros de una secta que promovía el ayuno extremo para conocer a Jesús.
Todo sucedió en el bosque de Shakahola, en el este de Kenia, donde hasta ahora van 90 muertos entre los que se encuentran niños; ante esta situación el presidente William Ruto advirtió que tomará medidas contundentes contra aquellos que “utilizan la religión para promover sus actos atroces”.
El gobierno keniano aseguró que, tras la masacre, debería conducir “no sólo a un castigo más severo para el autor, sino también a una regulación más estricta de cada iglesia”.
.De visita en la zona de búsqueda, el ministro del Interior, Kithure Kindiki, advirtió que el balance de víctimas podría subir y evocó la posibilidad de que se inculpe por “terrorismo” a Paul Mackenzie Nthenge, el “pastor” de la llamada Iglesia Internacional de la Buena Nueva (Good News International Church) que promovía el ayuno entre sus seguidores para “conocer a Jesús”.
Te recomendamos: Mujeres podrán votar en la próxima reunión de obispos: Papa Francisco
Según un investigador se encontraron fosas con hasta seis personas. La morgue del hospital local está llena por la llegada masiva de cuerpos, dijo Said Ali, responsable del establecimiento. Añadió que tuvieron que pedir a la Cruz Roja que proporcionara contenedores refrigerados.
Según la Cruz Roja keniana, 212 personas han sido reportadas desaparecidas. Muchos acusan a las autoridades policiales y judiciales de no haber actuado antes. Paul Mackenzie Nthenge ya había sido detenido en dos ocasiones, la última vez en marzo de este año, tras un caso en el que dos niños murieron de hambre. Pero fue liberado tras pagar una fianza de alrededor 700 dólares, este taxista que se convirtió a “pastor” en 2003 se entregó a la policía la noche del 14 de abril y comparecerá ante un juez el 2 de mayo.